[AP]. Las autoridades en el sur de Estados Unidos siguen ajustando sus planes para la temporada de huracanes que comienza ya mientras persiste la crisis de coronavirus. La gran duda es ¿a dónde irán las personas que huyan de las tormentas?
The Associated Press hizo encuestas en más de 70 condados y estados, desde Texas hasta Virginia, y más del 60% de los condados costeros dijeron a fines de mayo que aún estaban consolidando planes para refugios públicos contra huracanes. Esto lo están alterando con los preparativos para atender a enfermos y ancianos, equipos de protección y costos de limpieza.
En el condado de McIntosh, en Georgia, el director de la Agencia de Manejo de Emergencias, Ty Poppell, dijo que las evacuaciones durante la pandemia serán una “pesadilla”. Le preocupaba el distanciamiento social en los refugios y en los autobuses donde se traslada a la gente.
La temporada de huracanes comienza oficialmente el lunes, aunque las tormentas tropicales Arthur y Bertha llegaron temprano. Los expertos en clima esperan una temporada más agitada de lo normal.
“Todo lo que hagamos se verá afectado de una forma u otra por el COVID-19?", dijo el director de la agencia de Manejo de Emergencias de Florida, Jared Moskowitz.
Muchos condados están recibiendo asesoramiento federal y esperan usar los hoteles como refugios de menor escala, mientras que otros planean usar más partes de las escuelas además de los gimnasios.
Las autoridades han dicho que los refugios son los últimos recursos y exhortan a las personas a quedarse con amigos o en hoteles. Pero el desempleo masivo está haciendo que el gasto en hoteles sea menos factible.
El vicepresidente Mike Pence le dijo al presidente Donald Trump el jueves que el gobierno federal garantizará que las autoridades estatales y locales puedan manejar los huracanes. “En pocas palabras, señor presidente, estamos listos”.
Pero los que estudian los desastres no están tan seguros.