Un sismo de 6.1 de magnitud sobre una ciudad devastada dejó al menos 1000 muertos y 1.500 heridos. Este sismo golpeó con fuerza en la provincia de Paktika, una zona fronteriza de Pakistán, donde miles de personas llevan una vida llena de necesidades.
Según BBC, es uno de los sismos más mortales del país en dos décadas, y se da justo cuando Afganistán atraviesa una crítica situación económica y social desde hace varios años.
Es más, desde agosto del 2021, se encuentra bajo el poder del Talibán.
Las respuesta del gobierno talibán
El gobierno talibán pidió ayuda internacional. “Sabemos que varios distritos en la provincia Paktika son los más afectados, pero también está lloviendo a cántaros y eso dificulta llegar a estas comunidades. Es difícil saber el alcance del horror que se vivió en las últimas 24 horas”, comentó Sam Mort, representante de Unicef en Afganistán.
El funcionario se encuentra en Kabul y confirmó el pedido del gobierno por ayuda internacional. “Son muy limitados. La respuesta a la emergencia en las comunidades básicamente se lleva a cabo con las manos de la gente... Esto es un gran desafío en medio de los escombros, la lluvia y el barro”, añadió la vocera de Unicef.
Crisis de Afganistán
Se conoce que el país se encuentra en su peor sequía en 37 años. Además, hay una crisis de desnutrición crónica.
“Un millón de niños menores de 5 años viven en riesgo de desnutrición severa. Hay enfermedades prevenibles, como el sarampión y la diarrea, que se propagan y que se están cobrando la vida de niños”, agregó.
Según señaló, el 97% de la población está al borde de la pobreza y la gente no puede alimentarse por sí misma.
Afganistán y los terremotos
Es un país propenso a los terremotos pues se encuentra en una región sísmicamente activa. Más de 7 mil personas han muerto por terremotos en los últimos 10 años.