El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, aumentó el viernes hasta en 12% el precio de los combustibles y atizó el descontento de indígenas, trabajadores y estudiantes que planean protestar contra el gobierno el martes en Quito.
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“A partir de ahora se establece el precio de la gasolina extra en 2,55 dólares el galón (3,8 litros) y de igual manera el precio del diésel (…) se establece en 1,90 dólares”, dijo Lasso en una alocución desde el puerto de Guayaquil (suroeste).
Los nuevos precios entraron en vigencia a partir de la medianoche del viernes y permanecerán congelados por un tiempo indeterminado.
Lasso también suspendió los incrementos mensuales que se aplicaban desde 2020, mediante reajustes de acuerdo a la cotización del petróleo en el mercado internacional, con miras a eliminar los millonarios subsidios de forma gradual.
Tras los anuncios, indígenas y obreros dijeron que el mandatario se “ha burlado” de los sectores sociales y reafirmaron sus protestas del martes.
Diversos grupos plantearon con anticipación el congelamiento inmediato de los precios, que hasta el viernes eran de 2,50 dólares para la gasolina extra (corriente) y de 1,69 para el diésel, el más consumido y que desde 2020 subió en un 70%.
“Rechazamos, condenamos el nuevo incremento al precio de los combustibles que con engaño el presidente de la república ha dicho que congela, cuando realmente incrementa”, expresó Leonidas Iza, presidente de la mayoritaria Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie).
Sube la tensión
Desde la comunidad de Colta (centro andino), Iza tildó de “paquetazo” a la medida adoptada por Lasso, que el miércoles calificó a su vez de “golpistas” y “conspiradores” a los grupos que convocaron a protestar el martes.
Para Ángel Sánchez, presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la decisión de Lasso, quien lleva cinco meses en el poder, no fue acertada.
“En vez de bajar las tensiones esto está provocando tremendamente la molestia, el descontento de los trabajadores y el pueblo”, expresó a la AFP el dirigente.
En principio el movimiento Pachakutik -brazo político de la Conaie y la segunda fuerza en el opositor Parlamento- consideró como “buenas noticias” el congelamiento de las cotizaciones.
Sin embargo, en un comunicado posterior indicó que el alza “afecta lesivamente a la economía familiar”.
La Conaie se declaró “en resistencia” y aseguró que no aceptará “semejante incremento”.
La organización indígena lideró violentas protestas en 2019 contra la brusca eliminación de subsidios a los combustibles, que dejaron once muertos y obligaron al entonces mandatario Lenín Moreno a dar marcha atrás, restableciendo los precios anteriores.
Sin cohesión
Lasso manifestó que Ecuador, que exporta petróleo y está en crisis económica, atraviesa por un “alentador escenario económico” pero que requiere “estabilidad”.
“Los movimientos indígenas y los que se consideran de izquierda van a ir en contra del presidente Lasso haga lo que haga”, dijo a la AFP el politólogo Esteban Nichols, de la Universidad Andina Simón Bolívar.
El mandatario es partidario de eliminar subsidios y dar compensaciones para los transportistas y sectores más deprimidos. Empero, no se ha informado sobre acuerdos tras varias reuniones con los choferes.
Antes del anuncio de aumentos, las organizaciones sociales resolvieron marchar el martes pese al estado de excepción que decretó el pasado lunes el gobierno por 60 días para enfrentar la violencia del narcotráfico.
Bajo esa figura, militares salieron a patrullar las calles, aunque el gobierno no ha restringido derechos, como los de protesta y reunión.
Fuente: AFP