El pasado 11 de marzo, Dinamarca se convirtió en la primera nación europea en suspender el uso de la vacuna de AstraZeneca contra la COVID-19. Lo hizo luego de registrar dos casos graves de coágulos sanguíneos (uno de ellos fatal) en personas que fueron inoculadas con el medicamento. Ahora ha dado un paso más radical al convertirse en el primer Estado del Viejo Continente en descartar definitivamente el uso de la vacuna. ¿Cuáles son las razones?
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“La campaña de vacunación en Dinamarca continúa sin la vacuna de AstraZeneca”, dijo el director de la Agencia Nacional de Salud, Soren Brostrom, citado por la agencia de noticias AFP.
El primer motivo para llegar a esta decisión es médico. Cuando el país paró temporalmente la administración de dosis, lo hizo para estudiar más profundamente sus efectos secundarios. De acuerdo con las autoridades sanitarias danesas, se ha encontrado que existe una potencial reacción cruzada entre la vacuna y un bajo número de plaquetas.
“Sabemos también que existe una conexión temporal. La reacción ocurre de uno a 10 días tras la inoculación con AstraZeneca”, indicó Brostrom.
Cabe agregar que diversas entidades, como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), han recomendado seguir usando la vacuna. Este ente considera que las ventajas de su empleo superan a los riesgos, pues las posibilidades de desarrollar cuadros de coágulos son mínimas frente a las posibilidades de contraer la COVID-19.
Al respecto, el director de Salud de Dinamarca dijo que comparte la opinión de la EMA; sin embargo, su país puede prescindir en estos momentos de la vacuna pues ya tendría la emergencia sanitaria controlada.
“Esta decisión se tomó en un contexto: en Dinamarca, la mayor parte de la población en riesgo ya ha sido vacunada y la epidemia está bajo control”, dijo el funcionario.
Según el portal Our World in Data, de la Universidad de Oxford, Dinamarca ha vacunado con dos dosis a aproximadamente 1.5 millones de personas, frente a los 5.8 millones de habitantes que tiene el país.
De acuerdo con la AFP, queda aún por ver qué hará Dinamarca con su stock de vacunas de AstraZeneca, unas 200,000 dosis que están almacenadas en refrigeradores. “Por supuesto, queremos que se utilicen las vacunas”, dijo Brostrom, sin brindar detalles sobre si se donarán o revenderán.
Otro país que suspendió el uso de AstraZeneca fue Sudáfrica, aunque por razones distintas al considerar de que no era lo suficientemente efectiva para la cepa local del coronavirus. Noruega anunció hoy que pronto decidirá si veta o no la vacuna.
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