Washington [EFE]. Decenas de vehículos participaron este miércoles de un cortejo fúnebre en Washington que culminó en la Casa Blanca en protesta por la gestión de la crisis del coronavirus en Estados Unidos, que se ha cobrado ya más de 93.000 muertos.
Una vez en la Casa Blanca, los organizadores descargaron de un camión unas 50 bolsas negras que simbolizaban personas fallecidas por el COVID-19 y las desplegaron en frente de la residencia presidencial.
Bajo el lema “Trump miente, la gente muere”, los organizadores culparon al Gobierno de Donald Trump del elevado número de decesos en Estados Unidos, con diferencia el país más afectado por el virus en el mundo.
“¿Cuántas tumbas puede cavar un presidente?”, rezaba uno de los carteles.
La salvadoreña Lidia Rivas, una de las personas que participaron de la protesta, explicó a Efe que acudió al cortejo para recordar a una vecina suya fallecida en la localidad de Langley Park (Maryland), un suburbio de Washington de mayoría inmigrante.
Rivas le pidió a Donald Trump que “se ponga la mano en el corazón” para ayudar a los inmigrantes durante la pandemia.
Por su parte, el también salvadoreño Jorge Benítez Pérez, de la organización proinmigrantes Casa, denunció que la comunidad latina ha sido la más agraviada durante la pandemia, ya que al ser muchos indocumentados no han podido acceder a las ayudas del Gobierno.
“Por la negligencia de Trump y del Partido Republicano, que son miles de muertes de nuestras personas, especialmente en nuestra comunidad inmigrante, que no tiene seguro médico, que no califica por el cheque de estimulo, necesitan ayuda urgente”, dijo a Efe.
Estados Unidos alcanzó este miércoles la cifra de 1.550.959 casos confirmados de COVID-19 y la de 93.214 fallecidos, de acuerdo al recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
En el área metropolitana de Washington, que forman el Distrito de Columbia y los estados de Maryland y Virginia, los muertos son 3.604.
El Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para comienzos de agosto la crisis habrá dejado más de 143.000 muertes en Estados Unidos.