París [AFP]. La pandemia de nuevo coronavirus (COVID-19) se ha cobrado la vida de más 900.000 personas en el mundo desde la aparición de los primeros casos en China en diciembre, según un balance realizado por la AFP a partir de fuentes oficiales el miércoles.
En total, se han registrado 900.052 muertes en el mundo y 27.711.866 casos confirmados.
América Latina y el Caribe es la región más afectada con 300.340 fallecidos, por delante de Europa (219.616), y más de la mitad de los decesos mundiales del COVID-19 se dieron en cuatro países: Estados Unidos (190.478), Brasil (127.464), India (73.890) y México (68.484).
Con 33 millones de habitantes, Perú es el tercer país de América Latina con más decesos por la pandemia (30.236), después de Brasil y México. Además, es segundo en contagios (702.776), detrás del gigante sudamericano.
Pero en relación a su población, Perú es el país más enlutado del mundo, con 93,71 muertes por cada 100.000 habitantes, según la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos, aunque los contagios y decesos vienen disminuyendo desde fines de agosto.
Estas duras cifras se alcanzan en momentos en que el mundo sopesa la noticia sobre la pausa en los ensayos clínicos para una de las vacunas experimentales más avanzadas contra la enfermedad, la de AstraZeneca y la universidad de Oxford.
La farmacéutica AstraZeneca anunció el martes que un voluntario en los ensayos de su vacuna experimental presentó una enfermedad aún no diagnosticada y por ello, cumpliendo con protocolos de seguridad, detuvo las pruebas para que el caso sea revisado por un comité independiente.
El anuncio es el primero de este tipo entre docenas de ensayos clínicos en curso en todo el mundo.
Consultada por AFP, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó que “las suspensiones temporales de ensayos clínicos de vacunas no son infrecuentes”.
“Estamos satisfechos de ver que la integridad científica de los ensayos está garantizada y que se siguen las pautas y reglas estándar para el desarrollo de vacunas”, agregó.