El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, “engaña” a la población al afirmar que la hidroxicloroquina le está ayudando a superar los síntomas del nuevo coronavirus, contrariando todas las evidencias científicas, apunta la neumóloga Margareth Dalcomo, de la prestigiosa institución científica Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz).
El mandatario de ultraderecha anunció el 7 de julio que contrajo el coronavirus y ha reiterado desde entonces que está mejorando gracias a la hidroxicloroquina, un derivado de la cloroquina utilizado en el tratamiento de otras enfermedades, como la malaria.
El domingo, blandió una caja de este medicamento ante decenas de seguidores aglomerados en los accesos de la residencia oficial, en Brasilia.
PREGUNTA: ¿La mejora del cuadro de salud del presidente Bolsonaro puede atribuirse a la hidroxicloroquina?
RESPUESTA: De ninguna manera. Cuando yo misma me enfermé de COVID-19, no tomé cloroquina ni autoricé a que mis colegas me la recetaran en caso de que no pudiese decidir por mí misma.
Ya tenemos estudios científicos que muestran que no tiene ninguna eficacia contra el virus. Por razones poco claras, los presidentes de Brasil y de Estados Unidos han decidido politizar este tema, sin ninguna justificación y es una forma muy grave de engañar a las personas.
Estamos felices de saber que [Bolsonaro] está evolucionando bien, pero lo haría con la cloroquina, sin la cloroquina y a pesar de ella. Porque es un fármaco que inclusive tiene algunos efectos colaterales. Por eso, de manera muy poco ortodoxa, se está haciendo dos electrocardiogramas por día. Esto muestra que él mismo también se preocupa con la carga de toxicidad que el fármaco puede tener.
Pero el resto de la población no puede realizarse dos electrocardiogramas por día en el sistema público de salud.
P: ¿Cuán perjudicial puede ser esta postura para el combate de la covid-19 en Brasil?
R: Desde el inicio de la pandemia, perdimos un tiempo enorme debido a la falta de respuesta coordinada del poder público, de forma armoniosa con la comunidad científica. Es lamentable ver al presidente blandiendo una caja de hidroxicloroquina como lo hizo.
Su uso está contraindicado por la OMS, por la Agencia de Medicamentos de Estados Unidos (FDA), por las asociaciones brasileñas de infectología y pneumología. Numerosos estudios han demostrado que el fármaco no sirve de nada contra el COVID-19, independiente de la fase de gravedad que se trate.
Es muy difícil entender cómo un presidente de la República, que no es médico, se involucra en este asunto, que es completamente del área médica. Y ha colocado en el Ministerio de Salud a personas que no tienen ningún vínculo con la medicina, que están tomando decisiones sin escuchar a la comunidad científica.
P: ¿Qué opinión le merece el protocolo del Ministerio de Salud que recomienda la prescripción de hidroxicloroquina a pacientes con síntomas leves de COVID-19?
R: Ningún médico está obligado a seguir esos protocolos, pero existe un problema. En virtud de esas directivas, los servicios municipales de salud están distribuyendo a los pacientes pequeños paquetitos de ilusión, con comprimidos de hidroxicloroquina, pero también con vermífugos (antiparasitario), que tampoco sirven para nada, además de vitamina C, vitamina D... una mezcla de cosas que no tiene ningún sentido.
Fuente: AFP