El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo este domingo que hay una “enorme” cantidad de pruebas de que la pandemia del nuevo coronavirus se originó en un laboratorio de Wuhan, donde comenzó el brote en China.
“Hay una enorme cantidad de pruebas de que es allí donde comenzó”, dijo a la cadena ABC, aunque se negó a decir si creía que el coronavirus había sido liberado intencionalmente.
El Secretario de Estado también afirmó que China “hizo todo lo posible para asegurarse de que el mundo no esté al tanto de manera oportuna” sobre COVID-19.
“Fue un esfuerzo clásico de desinformación comunista”, agregó Mike Pompeo a la cadena estadounidense.
Según The New York Times, en un informe publicado esta semana, el secretario de Estado está liderando los esfuerzos del Ejecutivo para desafiar a China, mientras que el viceasesor de Seguridad Nacional, Matthew Pottinger, ha estado presionando a los servicios de Inteligencia desde enero para que reúnan información que sustente la hipótesis del virus generado en un laboratorio.
El artículo del medio estadounidense también destaca el nombre de Anthony Ruggiero, director de la oficina del Consejo de Seguridad Nacional, encargada del seguimiento de las armas de destrucción masiva, quien expresó en enero su frustración durante una videoconferencia sobre la incapacidad de la CIA de hallar el origen del brote.
Personas conocedoras de esa conversación, citadas por The New York Times, indicaron que los analistas de la CIA respondieron que no tenían pruebas para respaldar ninguna teoría con suficiente confianza.
El miércoles, la cadena de televisión NBC ya informó que la Casa Blanca había ordenado a las agencias de espionaje que “barrieran” todas las comunicaciones interceptadas, datos e imágenes por satélite para averiguar si China y la OMS escondieron al principio información sobre lo que más tarde se convertiría en una pandemia.
Por su parte, The Washington Post publicó este jueves que funcionarios de alto rango estadounidenses han comenzado a explorar la posibilidad de imponer un castigo o pedir compensaciones económicas a China por su gestión de la pandemia.
(Con información de AFP y EFE)