Los Ángeles. [EFE]. Miles de indocumentados en California afectados por el coronavirus iniciaron este lunes una carrera contrarreloj para ser uno de los beneficiados de una ayuda única de 500 dólares, en vista de que los fondos apenas alcanzarán para uno de cada diez sin estatus legal en el estado, según activistas que presionan para que se asignen más recursos.
“Los fondos son limitados, apenas creemos que ayudarán a uno de cada diez indocumentados afectados por este virus, y eso que la estimación es muy generosa”, dijo a Efe Angélica Salas, directora de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA).
CHIRLA es una de las 12 organizaciones encargadas en todo California de entregar los 125 millones de dólares (75 millones de fondos del estado, 50 millones de donaciones) destinados para los extranjeros sin estatus legal dañados por la pandemia.
La demanda ha sido tal que la página web de esta organización se cayó tras recibir en 24 horas más de 4 millones de visitas en busca de información, sus líneas telefónicas han estado colapsadas y hasta mediodía lograron atender a unos 200 solicitantes.
¿Cuántos son los indocumentados afectados?
Salas recalca que uno de los mayores retos es poder calcular el número real de indocumentados afectados por el COVID-19.
El gobierno federal y el estatal utilizan las peticiones al beneficio de desempleo para establecer cuantas personas se vieron afectadas por desastres y eventos como el COVID-19 y así establecer los parámetros de ayuda.
Sin embargo, Salas advierte que “con los indocumentados no se puede calcular esta cifra, y eso dificulta mucho la abogacía que se hace para obtener estos recursos”.
Según el Centro para Estudios de Migración, en 2018 habían unos 2,3 millones de indocumentados en California, el estado que acoge la mayor población de inmigrantes “sin papeles” en el país.
Muy pocos favorecidos
Las ayudas de un solo desembolso de 500 dólares por persona, o 1.000 por familia, a través del programa Asistencia de Alivio en Desastres para Inmigrantes en California (DRAI) alcanzarán para unos 150.000 inmigrantes, según los cálculos hechos por activistas y el propio gobierno de California.
En la zona de Los Ángeles, dónde se concentra un gran número de trabajadores sin estatus legal, unos 40.000 indocumentados serían los favorecidos.
“Sabemos que muchos migrantes se van a quedar por fuera, pero decidimos hacer parte de esta entrega para poder tener la experiencia de primera mano y seguir presionando por más fondos”, consideró Salas.
Desde tempranas horas de este lunes, las líneas telefónicas de las organizaciones designadas comenzaron a sonar en busca de ayuda.
“La necesidad es muy grande”, dijo a Efe Luz Gallegos, directora de Training Occupational Development Educating Communities (TODEC), otra de las organizaciones que está entregando estos fondos. En el Valle de Coachella, “estaban esperando esta ayuda desde hace semanas, y para muchas personas significa el poder comer o no”, agregó.
En Los Ángeles, donde además de CHIRLA hay otros dos grupos que están entregando esta ayuda, Salas considera que su organización alcanzará a atender a cerca de un millar de solicitantes diarios.
La activista reconoce que el proceso hubiera sido más ágil si se hubiera hecho por internet, pero los indocumentados de la tercera edad y aquellos que no cuentan con acceso a una computadora o internet se habrían quedado rezagados.
“Se trata de darle la oportunidad a todos, por eso se decidió hacer por teléfono, además la atención es más personal porque hay que aportar pruebas y no todos tienen los mismos documentos”, matizó.
Para Luis, un indocumentado guatemalteco que trabajaba en un restaurante del centro de la ciudad, las solicitudes por teléfono le parecen más confiables.
“Tengo muchas preguntas y prefiero hablar con alguien que me diga como son las cosas, y que eso no me va a traer problemas”, dijo a Efe el migrante que no quiso revelar su nombre completo.
Los fondos estarán disponibles hasta el 30 de junio de 2020 o hasta que los fondos se agoten.
Presión para conseguir más fondos
Preocupado por el doble reto que enfrentan las organizaciones, Pablo Alvarado, director de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON), dijo a Efe que el gobierno de California debe entender que los fondos son mínimos para la necesidad que se enfrenta.
“La pandemia económica va a ser devastadora, lo que están dándonos son simplemente migajas, y como los que están entregando son las organizaciones pues son las que van a estar en la mira de los migrantes”, explicó.
Alvarado relató que esta mañana más de una decena de jornaleros llegaron al centro de Pasadena para hacer llamadas solicitando el estímulo.
“Sólo uno logró comunicarse y la llamada se cayó, entonces se crea una desconfianza y desesperanza”, manifestó. “Ya se comienza a escuchar el rumor de que las ayudas son mentira”, añadió.
En ese sentido, Gallegos advirtió que es necesario continuar elevando las voces por los indocumentados que se quedaron sin trabajo y por aquellos que siguen en el frente de batalla en calidad de “trabajadores esenciales”.
Por su parte, Salas agregó que a la mayoría de indocumentados “se les ha descontado desempleo, pagan impuestos; por lo que merecen que sean incluidos en todos los paquetes de ayuda”.
CHIRLA está impulsando una campaña llamada “Yo soy California, I’m California”, con la que buscan garantizar que todos los inmigrantes, incluyendo los indocumentados, puedan tener el mismo acceso a la atención médica, y ser parte de una recuperación inclusiva y equitativa.
“Vamos a poder superar esto si nos mantenemos unidos como comunidad, no podemos dejar a los más débiles atrás”, resaltó Salas.