Washington. [AFP]. Casi una quinta parte de los niños pequeños en Estados Unidos no está comiendo lo suficiente desde que estalló la pandemia del coronavirus, según una investigación publicada el miércoles sobre el impacto de la crisis.
El estudio del centro de investigación Brookings Institution indicó que el 17,4% de las madres de niños de 12 años o menos consultadas en una encuesta informaron que sus hijos no estaban comiendo lo suficiente debido a la falta de dinero en el hogar.
“Está claro que los niños pequeños están experimentando inseguridad alimentaria en una medida sin precedentes en los tiempos modernos”, dijo la investigadora principal del estudio, Lauren Bauer.
"La inseguridad alimentaria en hogares con niños menores de 18 años ha aumentado en un 130% desde 2018 hasta hoy", agregó.
La encuesta para medir las consecuencias de la pandemia de la COVID-19 reveló una situación peor que la vivida durante la crisis financiera de 2008.
Bauer describió los resultados como "alarmantes" y le dijo al diario The New York Times que los hogares estaban reduciendo el tamaño de las porciones y que los niños se veían obligados a saltarse comidas en el día.
La interrupción de los programas de alimentación escolar debido a la suspensión de las clases también podría ser un factor, dijo.
Por un lado, las familias no acuden a recoger comidas en los sitios de distribución, y por otros los niños pequeños compiten con sus hermanos mayores por los suministros limitados en el hogar.
Bauer pidió al gobierno que aumente los programas de seguridad alimentaria e incremente el número de beneficiarios.
Al menos 30 millones de trabajadores estadounidenses han perdido sus empleos por el cese de la actividad económica impuesto para frenar la propagación del nuevo coronavirus.
Se espera que el informe sobre el empleo estadounidense en abril, que se publicará el viernes, muestre un aumento de la tasa de desempleo, que incluso podría llegar a situarse en un 20%, niveles no vistos desde la Gran Depresión del siglo pasado.
El nuevo coronavirus ha infectado a casi 1,2 millones de personas en Estados Unidos y ha matado a unas 72.000, y los analistas temen que algunos de los daños económicos puedan ser a largo plazo.