Brasilia. [EFE]. El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, volvió a minimizar la gravedad de la pandemia de coronavirus este sábado, poco después de que se confirmó que el país superó los 150.000 muertos por la COVID-19.
“Si lo agarra un día, no se preocupe. Tengo 65 años, ya lo tuve y no sentí nada. Ni una gripecita. Cero, cero. Nada”, declaró en una conversación con una mujer identificada sólo como Alessandra que transmitió este sábado por sus redes sociales y en la que recordó que en julio pasado contrajo COVID-19 y la superó “sin problemas”.
Poco antes, un consorcio de medios de comunicación que recoge los datos de las secretarías regionales de Salud había informado de que el país había superado la cifra de 150.000 fallecidos por COVID-19, lo cual fue ratificado más tarde por el Ministerio de Salud.
Según el Gobierno, en las últimas 24 horas ha habido 559 muertes y el total de decesos desde marzo, cuando se registró el primero, llega ahora a 150.198.
También de acuerdo al Ministerio de Salud, desde este viernes han sido confirmados otros 26.749 casos, para un total de 5.082.637.
Además, 4.453.722 pacientes que contrajeron el coronavirus se han recuperado y otros 478.717 continúan bajo observación.
Bolsonaro no hizo ninguna referencia a esa situación en su conversación con Alessandra, transmitida desde un hotel de la Marina en Guarujá, una playa del litoral de Sao Paulo en la que ha decidido pasar el fin de semana junto a su familia, aprovechando que el lunes será festivo.
Como suele hacer cada fin de semana en Brasilia, el gobernante paseó en motocicleta por las calles de Guarujá, saludó a decenas de simpatizantes y se detuvo para tomarse fotografías con ellos, sin usar máscara ni respetar las normas de aislamiento social que rigen aún en esa región.
También este sábado fue confirmado que dio positivo de COVID-19 el ministro de la Secretaría de Gobierno de Brasil, Luiz Eduardo Ramos, el décimo de los 22 integrantes del gabinete de Bolsonaro que ha sido contagiado.