El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, desató críticas al pedir a la población que entre a los hospitales y filme para verificar la “real” ocupación de las camas destinadas a pacientes con el nuevo coronavirus.
“Si tienes un hospital de campaña cerca, un hospital público, encuentra una manera de entrar y filmar”, lanzó en una transmisión en vivo por Facebook el mandatario de ultraderecha, que desde hace algunos días viene cuestionando el número total de muertos por coronavirus en el país.
“Mucha gente está haciendo eso [filmando dentro de los hospitales] y más personas deberían hacerlo para mostrar si las camas están ocupadas o no. Si los gastos son compatibles o no. Eso nos ayuda”, afirmó el mandatario, tras explicar que, de constatar irregularidades, los videos podrían ser analizados por la policía o los servicios de inteligencia.
“Según la información que tenemos -puedo estar equivocado-, prácticamente nadie ha fallecido por falta de respiradores o de camas en cuidados intensivos”, afirmó Bolsonaro.
Desde el inicio de la pandemia, cifras oficiales han mostrado que la ocupación de las camas en los Centros de Terapia Intensiva (CTI) superó en algunos momentos el 95% en varios estados, aunque esa tasa esté disminuyendo en Sao Paulo y Río de Janeiro, donde las autoridades iniciaron un proceso gradual de reapertura.
“Si Bolsonaro no fuera una persona mal preparada y desesperada, sabría que no precisa ordenar la invasión de hospitales. Basta verificar los boletines que los gobiernos locales publican con el número de camas ocupadas. Y si quiere visitar nuestros hospitales, yo mismo se los muestro”, desafió en Twitter Flavio Dino, gobernador del estado de Maranhao, del opositor Partido Comunista do Brasil (PCdoB).
Otros críticos apuntaron que la actitud de Bolsonaro pone en riesgo a sus propios partidarios, por alentarlos a entrar sin autorización en lugares con alto riesgo de contaminación, como son los hospitales que tratan pacientes con COVID-19.
La curva de contagios continúa en ascenso en Brasil, donde más de 40.000 personas han fallecido y 800.000 personas han contraído el virus.
Desde el inicio, Bolsonaro ha minimizado la enfermedad y lleva adelante una campaña contra las medidas de confinamiento adoptadas por los gobernadores, pidiendo que se retomen las actividades económicas para preservar los empleos.
Su gobierno fue blanco de duras críticas la semana pasada, tras la difusión de cifras incompletas de muertes y contagios, mostrando apenas los números de las últimas 24 horas y el total de “recuperados”.
Tras un fallo de un juez de la corte suprema, el Ministerio de Salud (que siempre negó estar ocultando información) volvió a divulgar el número acumulado de fallecidos y casos confirmados.
Fuente: AFP