Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, ha asegurado en un encuentro con simpatizantes que la pandemia se está “terminando”, sin embargo este viernes 508 personas han muerto por coronavirus en el país, que ya roza los 160.000 decesos por la enfermedad desde marzo.
Pese a haberse contagiado él mismo, Bolsonaro ha restado importancia siempre a la pandemia a la que llegó a calificar como “una gripecita” y ahora está abogando por evitar que la vacuna sea obligatoria en el país.
Esta campaña del presidente ha desembocado en un pulso con el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, al que, según ha recogido el diario local ‘Folha’, ha calificado como “autoritario” y le ha acusado de querer vacunar rápido a los ciudadanos del estado que gobierna para así atribuirse “el fin de la pandemia”.
No es la única polémica referente a las vacunas en la que está envuelto Bolsonaro, ya que también intentó parar la compra y la producción de uno de los proyectos de vacuna chinos llevada a cabo por su propio Ejecutivo.
Este viernes ha sido su propio vicepresidente, Hamilton Mourão, quien ha tildado de “lucha política” las disputas en torno a la vacuna china Coronavac de Bolsonaro con Doria y ha asegurado que el gobierno ya ha comprometido recursos para la vacuna, según ha recogido el portal digital ‘Uol’.
508 muertes y 22.282 nuevos contagios
Tras los pronósticos del presidente, el Ministerio de Salud brasileño ha anunciado este viernes la detección de 22.282 nuevos contagios y 508 muertes en su balance diario.
Con estas cifras, el país suma 5.516.658 infecciones en lo que va de pandemia y 158.969 muertes, a las que se podrían añadir otras 2.300 que se encuentran bajo investigación, según Agencia Brasil.
Además, el país tiene 390.917 casos activos, mientras que casi 5 millones de personas se han recuperado de la enfermedad.
Fuente: Europa Press