Sao Paulo. [EFE]. El Gobierno del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, recalcó este martes que la vacuna contra el nuevo coronavirus no será obligatoria en el segundo país del mundo con más muertes y casos de COVID-19, una idea que ya ha sido defendida por el líder de la ultraderecha.
El Ejecutivo, a través de su Secretaría de Comunicación, señaló que “invertirá en la producción de la vacuna” contra el coronavirus, pero precisó que “imponer obligaciones definitivamente no está en los planes”.
A través de un mensaje en sus redes sociales, la Secretaría de Comunicación (Secom) subrayó una declaración realizada la víspera por Bolsonaro, quien afirmó que “nadie puede obligar a nadie a tomar vacuna”.
El Gobierno de Brasil ha invertido en los últimos meses millones de dólares para garantizar la adquisición de 100 millones de dosis de la vacuna candidata de Oxford contra el nuevo coronavirus y su eventual producción en Brasil.
Paralelamente, el Gobierno regional de Sao Paulo, el estado más rico y poblado de Brasil con 46 millones de habitantes, cerró una asociación con el laboratorio chino Sinovac para la importación y producción del antídoto.
Con más de 200 millones de habitantes, Brasil se ha convertido en un referente de ensayos clínicos contra la COVID-19, con al menos 4 vacunas siendo testadas, debido a la alta cifra de contagios, así como a su capacidad científica, regulatoria y de evaluación clínica.
Brasil ya supera los 3,9 millones de casos de COVID-19 y las 121.000 muertes, cifras que le sitúan como el segundo país del mundo con más contagios y decesos, tan solo por detrás de Estados Unidos.
Pese a la gravedad de la situación en el país, Bolsonaro, quien llegó a contraer la enfermedad, se ha alzado como uno de los líderes mundiales más escépticos sobre la gravedad del virus, al cual llegó a calificar en diversas ocasiones de “gripecita”.