Ecuador, uno de los países latinoamericanos más azotados por la pandemia, superó los 4.000 muertos desde que declaró la presencia del coronavirus en su territorio el 29 de febrero pasado.
La enfermedad deja 4.007 fallecidos al sumarse 37 nuevas muertes en las últimas 24 horas, de acuerdo con el informe diario del Ejecutivo sobre la situación por el COVID-19, el cual también reporta 48.490 casos y 2.702 víctimas fatales probables.
La nación, con 17,5 millones de habitantes, registra 23 fallecidos por cada 100.000 habitantes y ocupa el cuarto lugar en la región en términos absolutos, detrás de Brasil (con 45.241 víctimas fatales), México (18.310) y Perú (7.056), según un conteo de la AFP basado en cifras oficiales.
Desde el brote de la pandemia en el país, el puerto de Guayaquil (suroeste) se convirtió en el foco de la enfermedad al colapsar sus sistemas sanitario y funerario entre marzo y abril, en lo peor de la crisis. Las viviendas se convirtieron en morgues.
“Llegamos a tener 207 casos de fallecimientos (hospitalarios) por coronavirus a nivel nacional en un solo día. A partir del 27 de mayo hasta esta fecha (10 de junio) a nivel nacional no se superan los diez casos diarios”, dijo la semana pasada el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos.
Añadió que "creo está controlada la situación. Pasamos un muy mal momento en Guayaquil".
Actualmente hay 277 casos por cada 100.000 habitantes en Ecuador, donde el nuevo coronavirus ha matado a un promedio de 41 personas por día desde el primer fallecimiento, el 13 de marzo y que correspondió a una migrante que regresó de España.
El gobierno ecuatoriano extendió el martes por otros 60 días el estado de excepción que rige desde marzo en el país para frenar la expansión del virus.
La medida, que se prolongará hasta el 13 de agosto, permite al Ejecutivo mantener restricciones, entre ellos el toque de queda de hasta once horas al día, la movilización de las Fuerzas Armadas y la suspensión de derechos como la libertad de reunión.
Las autoridades empezaron en mayo a aliviar las medidas de confinamiento, aunque mantiene el cierre de las fronteras terrestres y la suspensión de clases presenciales. Desde hace dos semanas se reanudan de manera progresiva los vuelos domésticos e internacionales.
Fuente: AFP