El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, dio positivo este domingo por COVID-19 después de haber asistido esta mañana a un servicio funeral oficial en memoria del expresidente Frederik Willem de Klerk (1989-1994), informaron fuentes oficiales.
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El mandatario, que fue vacunado en febrero pasado con una dosis de Johnson & Johnson, está siendo tratado con síntomas “suaves”, según informó la presidencia sudafricana en un comunicado emitido a última hora de esta jornada.
“El presidente empezó a sentirse mal después de marcharse del servicio funeral”, señala el mensaje, que también precisa que Ramaphosa está con “buen ánimo”.
El jefe de Estado está siendo tratado por un equipo médico militar y permanecerá en cuarentena en Ciudad del Cabo (suroeste del país), que es donde se celebró esta mañana el oficio en memoria de De Klerk, el líder que abrió la puerta al fin del sistema de segregación racista del “apartheid”, fallecido el mes pasado.
La presidencia sudafricana precisó que el mandatario había dado negativo en varias pruebas realizadas esta semana durante una gira que realizó por varios países del África occidental. También había dado negativo en otra prueba más realizada el día de su retorno a Sudáfrica, el 8 de diciembre.
El comunicado también destacó que la ceremonia de hoy se realizó siguiendo todos los protocolos sanitarios pertinentes, incluidas medidas higiénicas y de distancia social, y que todas las personas en contacto con el presidente están siendo monitoreadas.
“El presidente dice que su propia infección sirve como aviso para toda la gente en el país de que estén vacunados y atentos a las exposiciones”, recoge el comunicado.
Durante la convalecencia, Ramaphosa delegará sus responsabilidades en el vicepresidente del país, David Mabuza.
Sudáfrica, que se mantiene como el epicentro de la pandemia de COVID-19 en África, se encuentra actualmente atravesando su cuarta ola de contagios, presuntamente impulsada por la variante ómicron.
Hasta la fecha, este país austral acumula 3,1 millones de contagios y algo más de 90.000 muertes.
Fuente: EFE