Chile dio este miércoles el pistoletazo de salida al proceso de vacunación masiva tras la llegada de casi 4 millones de dosis del laboratorio chino Sinovac y con miras a inocular a la población de riesgo -casi 5 millones de personas- entre febrero y marzo y al resto en el primer semestre.
“Nunca antes Chile había enfrentado un desafío como este. Lo que más habíamos logrado vacunar era a 8 millones de personas, ahora nos hemos propuesto duplicar prácticamente esta meta”, reconoció el presidente chileno, Sebastián Piñera.
La inoculación masiva arranca con la población de riesgo, entre los que se encuentran los sanitarios, los adultos mayores, los enfermos crónicos y los trabajadores esenciales, e irá por etapas y con días específicos para cada rango de edad, con los mayores de 90 años los primeros.
Una vez inoculado el grupo de riesgo, le tocará el turno a “la mayor parte de la población objetivo, es decir, todas las personas mayores de 18 años, excluyendo a grupos como las mujeres embarazadas, que son aproximadamente 15 millones de personas”, explicó Piñera.
El Gobierno ha habilitado más de 1.400 puntos de vacunación en todo el país, incluida la lejana Isla de Pascua (Pacífico) y siendo el Estadio Municipal de La Florida, en la periferia sur de Santiago, el recinto más grande, donde hay un centenar de boxes y se podrán inocular más de 3.000 personas al día.
“Tengo mucha confianza (en la vacuna), voy a vivir hasta los 100 años, aunque sea sentada. No sentí ni siquiera la pinchada”, dijo a la salida del estadio la señora Leonila, de más de 90 años.
En los centros, a los que se deberán acercar voluntariamente los que se quieran vacunar, no solo se aplicará la inyección elaborada por el chino Sinovac, sino también la de Pfizer/BioNTech y AstraZeneca, las tres vacunas aprobadas de momento en el país.
35 millones de vacunas comprometidas
Chile tiene comprometidas más de 35 millones de vacunas, de las cuales 10 millones son de Pfizer-BioNTech, otras 10 millones de Sinovac y el resto de AstraZeneca, Janssen (Johnson & Johnson) y la plataforma Covax, impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para garantizar un acceso universal a la eventual vacuna.
Piñera, que se vacunará previsiblemente la próxima semana, se desplazó hasta la localidad de Futrono, en la sureña región de Los Ríos, para ser testigo de cómo se inoculó una mujer de 93 años.
“El inicio de esta vacunación masiva es algo muy importante, pero no significa que la pandemia haya terminado. Como lo hemos dicho tantas veces, la pandemia va a seguir con nosotros y tenemos que aprender a vivir con ella en forma segura”, alertó el mandatario.
Con más de 730.000 casos y 18.500 muertos desde el inicio de la pandemia el pasado marzo, Chile pasó el primer pico entre julio y julio y actualmente se encuentra en plena segunda ola, especialmente en las regiones del sur del país, donde más de medio centenar de localidades están confinadas.
Santiago, donde viven 7 millones de personas, estuvo durante meses bajo estricta cuarentena y muchos barrios mantienen aún el confinamiento domiciliario los fines de semana y el cierre de negocios que no son de primera de necesidad.
“Nos hemos fijado un meta para hoy de por lo menos 80.000 personas vacunadas”, indicó por su parte en un centro hospitalario de la capital chilena el ministro de Salud, Enrique Paris, quien recordó que la vacuna es “gratuita, voluntaria, universal y segura” y que la segunda dosis de Sinovac se debe aplicar en 28 días.
Chile empezó a vacunar a los sanitarios que trabajan en las unidades de cuidados intensivos el pasado 24 de diciembre, cuando llegó el primer cargamento de Pfizer/BioNTech, y hasta la fecha más de 10.352 personas ya han recibido las dos dosis.
Fuente: EFE.