Sao Paulo [EFE]. El Ministerio de Salud de Brasil informó este jueves que se registraron 1.141 nuevos fallecidos por coronavirus (COVID-19) en las últimas 24 horas, con lo que el total de muertes asciende ya a 54.971, mientras que el número de infectados alcanzó 1′228.114.
Según el boletín diario divulgado por la cartera, Brasil confirmó 39.483 diagnósticos positivos de COVID-19 en el mismo periodo, lo que confirma al país como el segundo del mundo más azotado por la pandemia después de Estados Unidos y uno de los epicentros globales.
Los contagios y muertes por coronavirus siguen aumentando sin señales de estabilización en Brasil y, según el Ministerio de Salud, la región sureste se mantiene como el principal foco de la enfermedad en el país, con casi 430.000 casos y 25.505 decesos en los cuatro estados que la conforman.
El estado de Sao Paulo, el más poblado de Brasil, con unos 46 millones de habitantes, sigue a la cabeza de las regiones más azotadas en el país y sobrepasó este jueves a Italia en número de contagiados, al alcanzar los 248.587 infectados y 13.759 muertos.
Sin embargo, la Alcaldía de Sao Paulo, capital regional, confía en que la ciudad podrá avanzar una fase más en el plan de desescalada propuesto por la Gobernación del estado y en reabrir bares y restaurantes a partir del lunes próximo.
Por detrás de Sao Paulo, el estado de Río de Janeiro se mantuvo como el segundo más afectado por el nuevo coronavirus, con 105.897 y casi 9.500 fallecidos.
La región nordeste, conformada por nueve estados, igualmente superó la barrera de los 420.000 contagiados y tiene además 17.593 decesos. La situación más crítica está en el estado de Ceará, que acumula 5.875 muertes y 102.126 casos confirmados.
En el norte, el escenario más delicado está en el amazónico estado del Pará, donde la COVID-19 ya ha segado la vida de 4.748 personas e infectado a casi 95.000.
El estado, situado en el la selva amazónica, igualmente alberga a diversos territorios indígenas, donde la creciente propagación del coronavirus preocupa a las autoridades.
De acuerdo con un balance del Comité Nacional de Vida y Memoria Indígena, un centenar de etnias indígenas, la mayoría asentadas en la Amazonía brasileña, fueron afectadas por la pandemia, que ya deja 359 nativos muertos y más de 8.000 infectados entre los aborígenes.