Brasilia. [EFE]. Brasil registró 1.238 fallecidos por COVID-19 en el último día, con lo que el balance total de muertes llegó a 47.748, mientras que los casos confirmados ascendieron hasta los 978.142, informó este jueves el Gobierno.
El Ministerio de Salud informó en su boletín diario sobre la enfermedad que hubo un incremento de 22.765 contagios en las últimas 24 horas, lo que refuerza al país como uno de los focos globales de la pandemia.
Este jueves fue el tercer día seguido en que el gigante suramericano superó los 1.200 fallecidos diarios por el nuevo coronavirus, que parece haberse estancado en esa franja media del millar de decesos cada 24 horas.
Brasil es el segundo país en número total de muertes e infectados con COVID-19 por detrás de Estados Unidos, aunque, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), encabeza las estadísticas cuando el análisis se reduce a los últimos siete días.
Según datos de las secretarías de Salud regionales, ya hay al menos un caso de coronavirus en el 85 % de los 5.570 municipios de este país que tiene una población de 210 millones de habitantes.
El número de recuperados se ubica ahora en los 482.102, lo que representa el 49 % del total de pacientes con la enfermedad.
La OMS afirmó esta semana que ve una cierta estabilización de la pandemia en Brasil, aunque advirtió que aún es pronto para decir que se ha llegado al pico de la llamada curva epidemiológica.
De hecho, hay bastantes divergencias entre los especialistas sanitarios brasileños sobre cuándo se alcanzará el pico en el número de casos y contagios.
Bolsonaro: “Brasil no aguanta más el quédense en casa”
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a criticar este jueves las medidas de aislamiento social aún vigentes en algunos estados y municipios del país y el “vaivén” de la OMS en algunos aspectos de la gestión de la pandemia.
“Brasil no aguanta más el ‘quédese en casa’”, afirmó el mandatario en una transmisión vía redes sociales.
El gobernante, que minusvalora la gravedad de la enfermedad, a la que califica de “gripecita”, y considera las cuarentenas un “crimen”, hizo un nuevo llamamiento a alcaldes y gobernadores para una “retomada ordenada de la economía”, lo que ya está ocurriendo.
También aseguró que “lo que menos tiene de ciencia” es la OMS, pues, a su juicio, “está en un vaivén todo el tiempo”, con cambios de opinión y las dudas como las que ha levantado sobre la eficacia de la cloroquina, sobre la que no hay consenso, pero que Bolsonaro defiende con vehemencia.