Brasilia [EFE]. Brasil registró este viernes 15.305 nuevos casos de COVID-19 en un único día, una cifra récord que elevó el número de contagiados a 218.223 y que coincidió con la renuncia del segundo ministro de Salud en menos de un mes por discrepancias con el presidente Jair Bolsonaro en torno al combate a la pandemia.
El boletín diario divulgado por el Ministerio de Salud mostró que el número de nuevos casos de la enfermedad saltó desde 13.944 el jueves, cuando ya había sido un récord, hasta 15.305 este viernes, lo que confirmó a Brasil como el epicentro de la pandemia en América Latina y el sexto país con más contagiados en el mundo.
Según el Ministerio, en el último día también se registraron 824 nuevas muertes por COVID-19, lo que elevó el total de víctimas mortales a 14.817 en casi dos meses, desde que se registró el primer deceso, el 17 de marzo pasado.
El número de nuevas muertes este viernes se acercó a las 844 registradas el jueves y a las 881 del martes, hasta ahora el mayor número en un día.
El Ministerio informó igualmente que el número de pacientes que se han recuperado de la enfermedad llegó a 84.970 (38,9% del total) y que otros 118.436 (54,3%) siguen hospitalizados o bajo observación médica.
Las previsiones indican que los contagios y las muertes seguirán creciendo de forma exponencial en este país de 210 millones de habitantes y que el pico de la enfermedad sólo se producirá en las próximas semanas.
Renuncia del ministro de Salud
El récord de casos coincidió con la decisión del ministro de Salud, Nelson Teich, de renunciar al cargo que ocupó por 28 días.
Pese a que Teich no explicó los motivos de su renuncia, ya eran públicas sus divergencias con Bolsonaro en torno a las estrategias para combatir la pandemia en Brasil.
En contramano del jefe de Estado, que insiste en negar la gravedad de la pandemia y en criticar las medidas de distanciamiento social, Teich había manifestado su apoyo al confinamiento social como herramienta de combate a la pandemia.
La gota que al parecer colmó la paciencia del ministro fue la decisión de Bolsonaro de imponer como norma el uso de la cloroquina para el tratamiento de los pacientes con COVID-19 pese a que la eficacia de esta medicina no está comprobada y en algunos casos se ha mostrado contraproducente.
Teich, quien el próximo domingo cumpliría un mes en el cargo, es el segundo ministro de Salud que deja el Gobierno desde que el 26 de febrero fue detectado el primer caso de coronavirus en Brasil.
Presiones similares a las que sufrió Teich, y por los mismos motivos, llevaron al jefe de Estado a destituir a su antecesor, Luiz Henrique Mandetta, un firme promotor de las cuarentenas, cauto con la cloroquina y que cayó hace apenas un mes atrás.
La mayoría de los gobernadores del país, que mantienen un duro pulso con Bolsonaro por la censura del gobernante a las medidas de restricción de la circulación y cuarentenas aplicadas en estados y municipios, reaccionó con estupor a la dimisión de Teich.
Organizaciones defensoras de derechos humanos también expresaron su alarma por la situación de Brasil tras la renuncia de otro ministro.
“El país está asustando al mundo por el descontrol de la epidemia y el menosprecio del presidente por la vida de su población”, señaló Katia Maia, directora ejecutiva de Oxfam en Brasil, en un comunicado.
Los estados más afectados
Según el último boletín del Ministerio de Salud, Sao Paulo, el estado más poblado del país, con 46 millones de habitantes, continúa como el más afectado por la enfermedad, con 58.378 casos y 4.501 muertes.
El estado de Ceará, en el empobrecido nordeste brasileño, se ubicó como el segundo más afectado, con 22.490 casos y 1.476 muertes.
Río de Janeiro, en tercer lugar, sumaba hasta este miércoles 19.987 casos y 2.438 muertes.
El estado de Amazonas, pese a estar ubicado en una región (la Amazonía) de baja densidad poblacional, es el cuarto más castigado, con 18.392 casos y 1.331 víctimas.
Fronterizo con Colombia, Venezuela y Perú y una población de cuatro millones de personas, Amazonas es el estado brasileño con mayor número de fallecidos por cada millón de habitantes (280).