Brasil registró 1.641 muertes por coronavirus (COVID-19) en las últimas 24 horas, un récord diario de fallecidos por el virus en el país, por encima de los 1.595 contabilizados el 29 de julio de 2020, cuando la primera ola de la pandemia estaba en su máximo auge, según cifras oficiales divulgadas este martes.
De acuerdo con el balance divulgado por el Consejo Nacional de Secretarios de Salud (Conass), en total ya son 257.361 decesos en el gigante suramericano desde el 26 de febrero de 2020, cuando fue notificado el primer caso del coronavirus en el país y en toda Latinoamérica.
Los datos del Conass alimentan la base divulgada diariamente por el Ministerio de Salud, que al parecer tuvo problemas para actualizar las cifras en sus páginas.
Las cifras confirman a Brasil, con más de 210 millones de habitantes, como uno de los países del mundo más azotados por la pandemia y el segundo después de Estados Unidos en número de fallecidos por el COVID-19.
Desde hace 40 días el promedio de decesos diarios por el virus no baja del millar y el de contagios se sitúa por los 50.000, y el promedio de muertes en la última semana se ubicó este martes en 1.262 diarias, el mayor registrado desde el inicio de la pandemia.
A la fecha, la tasa de mortalidad por el virus en Brasil subió hasta 122,5 decesos por cada 100.000 habitantes, mientras que la incidencia de la enfermedad llegó a 5.066,4 contagiados por cada 100.000 individuos. La tasa de letalidad de la enfermedad se mantuvo en el 2,4% del total de la población.
En cuanto a los contagios, el Conass confirmó 59.925 nuevos casos en la última jornada, con lo que el número de infectados en el país ascendió a los 10.646.926.
Brasil vive el peor momento de la pandemia, con una segunda ola del virus desenfrenada y más virulenta debido a la circulación en el país de la variante brasileña (P.1), considerada por los expertos como una cepa más contagiosa, según estudios preliminares.
La mitad del país está al borde del colapso hospitalario, con las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) copadas en más de un 80%, y semiparalizado por el endurecimiento de las restricciones impuestas por los gobiernos regionales para intentar frenar la propagación del virus.
Sao Paulo llega a los 60.000 muertos
Desde que el COVID-19 llegó a Brasil, un año atrás, el epicentro de la pandemia ha sido Sao Paulo, el estado más poblado e industrializado del país, con unos 46 millones de habitantes.
Este martes, Sao Paulo también registró el mayor número de fallecidos en un solo día desde que el virus llegó al gigante suramericano, con 426 decesos por coronavirus en la últimas 24 horas, con lo que el total de víctimas ya sobrepasó los 60.000 óbitos en el estado.
De acuerdo con el informe diario de la Secretaría de Salud paulista, también se registraron 10.168 nuevos casos por COVID-19 en la última jornada y el número de casos confirmados ya suma 2.054.867 desde el inicio de la pandemia.
El aumento en el número de muertes y contagios ha obligado a algunos municipios de Sao Paulo a endurecer las medidas y el Gobierno regional no descarta decretar un confinamiento si la situación empeora.
Desde el fin de semana Sao Paulo endureció la restricción de circulación diariamente por seis horas, a partir de las 23.00 horas, con el cierre de todos los comercios y servicios, salvo aquellos considerados como esenciales.
Otras 12 regiones del país han decretado toques de queda en las noches y la capital, Brasilia, cerró por dos semanas negocios y escuelas durante las 24 horas.
El colapso hospitalario amenaza a 17 ciudades capitales, entre ellas Porto Alegre, la capital de Río Grande do Sul, donde el uso de las Unidades de Cuidado Intensivo (UCI) llegó al 119% de su capacidad.
Hasta el momento, Amazonas era el único estado que se había visto en la necesidad de trasladar pacientes a otras regiones, pero este martes Santa Catarina anunció que trasladará algunos pacientes a hospitales de Espíritu Santo tras no tener más disponibilidad en sus UCIs.
Fuente: EFE