Brasilia. [EFE]. Cientos de seguidores del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se aglomeraron este domingo cerca del palacio de Gobierno para expresar su respaldo al mandatario, quien sin protección se mezcló entre la multitud, ignorando de nuevo las recomendaciones ante el COVID-19, que deja ya más de 22.000 muertos en el país.
El líder ultraderechista se unió a sus seguidores tras efectuar un sobrevuelo por Brasilia, donde fue testigo de una multitudinaria caravana de vehículos que se aglomeraba por varias calles a la redonda del palacio de Planalto, sede de Gobierno.
Brasil es el segundo país del mundo, después de EE.UU., con mayor número de contagios por el COVID-19, con más de 347.000 infectados y unas 22.000 muertes.
“Estoy aquí en Brasilia ahora, en una manifestación espontánea del pueblo por la democracia y la libertad y buscando que Brasil salga adelante”, dijo Bolsonaro mientras se dirigía a los manifestantes, en declaraciones que fueron registradas en uno de los videos que sobre la jornada publicó el mandatario en Facebook este domingo.
El mandatario, que desde el inicio de la pandemia le ha restado importancia considerándola apenas como una “gripita”, se mezcló entre la multitud sin mascarilla, desobedeciendo las órdenes de las autoridades que hacen obligatorio su uso para evitar el contagio del COVID-19.
Casi sin poder moverse entre la aglomeración, Bolsonaro saludó a varios de los seguidores y hasta abrazó y cargó niños en sus brazos.
Momentos antes del encuentro con los manifestantes, el presidente brasileño realizó un sobrevuelo en helicóptero para observar una multitudinaria caravana de vehículos que colmaba las calles que circundan la explanada de los ministerios y a la plaza de los tres poderes, donde se concentran las sedes del Gobierno y cuyo video también fue publicado por el mandatario en la red social.
El líder ultraderechista se mostró feliz con el apoyo de sus seguidores en momentos en que su credibilidad está en la cuerda floja por una serie de declaraciones que han salido a la luz pública en medio de una investigación que se adelanta por presuntas intervenciones políticas del mandatario en la Policía Federal, un organismo autónomo del Estado brasileño.