Bolivia marcó un récord diario de fallecidos por el coronavirus, con 57 en una sola jornada, mientras los contagios confirmados cada día tienden a la baja.
El último reporte del Ministerio de Salud refleja 1.071 decesos contabilizados por coronavirus desde que se detectaron los primeros casos de la enfermedad en el país el pasado marzo.
El número de contagiados alcanza los 32.125 en el país, de unos once millones de habitantes, de acuerdo a los datos oficiales.
El dato de 57 decesos en un día es el más alto en el país desde la aparición de la enfermedad en marzo, pues el número de fallecidos cada jornada no llegaba hasta ahora a superar el medio centenar.
La curva de contagiados marca en cambio una tendencia descendente, con 601 en el último reporte, tras haber alcanzado un récord de 1.253 en una jornada el pasado sábado.
Las zonas más afectadas siguen siendo las situadas a menor altura en el país, en los valles y la Amazonía, comparativamente con las andinas, y la región de Santa Cruz suma más de la mitad de los casos, con 18.211 y 431 fallecidos entre sus más de tres millones de habitantes.
En los últimos días uno de los principales laboratorios que procesa las pruebas de la COVID-19 se declaró en emergencia ante la falta de equipamiento y lleva un retraso en el procesamiento de las muestras, además varios hospitales en el país cerraron la atención externa ante el colapso por la cantidad de gente que llega a los nosocomios.
El Gobierno interino amplió a julio la que denomina cuarentena dinámica, pues las restricciones se pueden endurecer o flexibilizar en función de un mapa del riesgo de la enfermedad por regiones y municipios, aunque las principales ciudades del país como Santa Cruz, El Alto, La Paz y Cochabamba mantienen distintas prohibiciones para salir de casa y a la circulación de vehículos o las han vuelto a aplicar tras haberlas levantado parcialmente.
No obstante, en el conjunto del país sigue el cierre de fronteras y del espacio aéreo, salvo para repatriación de nacionales y residentes o para la entrada de productos básicos y sanitarios, al igual que se mantiene la suspensión de clases presenciales en todos los niveles educativos y de eventos públicos que supongan una aglomeración de gente.
Bolivia tiene declarado estado de emergencia sanitaria, con reportes de centros sanitarios colapsados y algunas muertes a las puertas de hospitales y en las calles, además de enfermos que peregrinan por centros de salud hasta encontrar atención y de familiares con problemas para enterrar o incinerar a sus fallecidos en algún cementerio que los pueda acoger.
Fuente: EFE