Austria cree posible comenzar a vacunar contra el coronavirus a su personal sanitario a partir de enero de 2021 y a la población en general cerca del verano próximo, indicó este martes el ministro de Salud de la república alpina, Rudolf Anschober.
”Podría ser que ya en enero sea posible una vacuna”, dijo el político ecologista en una rueda de prensa en Viena en la que hizo una evaluación sobre la evolución de la pandemia en este país de 8,5 millones de habitantes, y las perspectivas ante la temporada fría que se avecina.
”Las cosas se ven bastante bien en este momento”, aseguró el ministro al expresar su “confianza” en que se supere la crisis gracias a una vacuna eficiente y segura.
Si bien aún no se ha confirmado la licencia y el permiso de introducir en el mercado uno de esos fármacos, estimó que el país alpino podría recibir un primer lote de unas 600.000 dosis hacia fines de año o principios del próximo.
Prioridad: el sistema de salud
Con ellas, se vacunaría a unos 300.000 ciudadanos, empezando por el personal sanitario con el fin de aliviar la situación en hospitales y otros centros del sistema de salud, y hacia el verano a todo ciudadano que lo desee.
Sin nombrar ningún fármaco en concreto, el ministro estimó que en total podrían ofrecerse en Austria cinco vacunas de diferentes fabricantes.
En este contexto, recordó la participación de su país en la estrategia de la Comisión Europea, que ya ha hecho una compra centralizada de 300 millones de dosis del medicamento que desarrolla el laboratorio británico AstraZeneca, y negocia la posible adquisición de otras vacunas.
No habrá obligación
De momento, se descarta en Austria que se imponga la obligación de vacunarse.
Según recientes sondeos, cerca del 50 % de la población austríaca estaría dispuesta a ponerse el fármaco de protección contra el COVID-19, un porcentaje que, de lograrse, “sería un éxito”, dijo Anschober hoy.
A pesar de que el virus se propaga menos al aire libre, en Austria, al igual que en otros países, han aumentado los contagios durante el verano, en medio de la relajación de las restricciones iniciales y los viajes de vacaciones.
Mientras que a mediados de julio había unos 1.300 casos activos, el número actual supera los 3.300, una cifra que el ministro calificó de “demasiado alta” para estos momentos (pues la esperaba más entrado el otoño) aunque tampoco le pareció alarmante.
En los próximos meses, la situación epidemiológica será evaluada por una comisión de expertos, que activará un sistema de “semáforo” de alertas de riesgos a nivel regional, para facilitar restricciones puntuales en caso de nuevos brotes.
Desde el primer brote de la pandemia en marzo, Austria ha contabilizado unos 27.500 contagios por coronavirus, incluidos 727 fallecimientos, mientras que 149 personas están hospitalizadas en estos momentos, de ellas, 30 en cuidados intensivos.
Fuente: EFE