Buenos Aires [AFP]. El presidente de Argentina, Alberto Fernández, decretó el aislamiento “preventivo y obligatorio” de la población desde el viernes hasta el 31 de marzo, para detener la propagación del coronavirus COVID-19.
“Es hora de comprender que estamos cuidando la salud de los argentinos”, dijo Fernández en una alocución la noche de este jueves, cuando el país de 44 millones de habitantes suma 128 casos, de los cuales tres fallecidos.
Alberto Fernández señaló que se permitirá el comercio de cercanía -almacenes, supermercados, ferreterías-, pero advirtió que la gendarmería y la policía vigilarán a quienes circulen por las calles y habrá sanciones del código penal para aquellos que no tengan justificación.
“Vamos a ser absolutamente inflexibles. Se trata de una medida excepcional en una situación excepcional, dentro del marco de lo que la democracia permite”, enfatizó el mandatario.
El gobierno había tomado el domingo varias medidas preventivas, como cerrar fronteras para extranjeros no residentes, cuarentena de 14 días obligatoria para quienes llegan de países más afectados, suspensión de clases y reducción de transporte público, además de otorgar licencia a los mayores de 60 años y recomendar el teletrabajo.
Pero hasta este jueves las calles seguían llenas de gente.
“No puedo parar”
“Yo soy pobre, no puedo parar, tengo que salir a buscar cosas. Nunca viajé en mi vida y ahora me jodo por los viajes de otros”, dijo a gritos Susana Castro, una maestra de 62 años, quien caminaba en la céntrica calle Florida sin guantes ni mascarilla.
En la ciudad de Buenos Aires y su periferia habitan unos 15 millones de personas, y es el lugar donde se concentra el mayor número de casos del nuevo coronavirus, con más de 70% de los registrados.
Ya esta semana quedaron suspendidos todos los torneos deportivos y los espectáculos musicales. El presidente pidió cerrar los centros comerciales y los parques nacionales para evitar concurrencia de turistas.
Aún así, algunos centros comerciales se rebelaron y abrieron sus puertas.
La pandemia no puede llegar en peor momento para Argentina, que debe reestructurar su deuda pública. Esta semana registró una suba del índice riesgo país a 4.040 puntos (el doble de hace dos semanas) en medio del desplome de bonos argentinos en Wall Street.
El país sudamericano se había propuesto presentar a mitad de marzo su oferta a los bonistas privados extranjeros para negociar la reestructuración de casi 70.000 millones de dólares de su deuda pública. Pero ante la inestabilidad global pospuso ese lanzamiento.
El presidente también anunció que castigará los aumentos de precios especulativos de alimentos y productos esenciales en medio de la crisis por el nuevo coronavirus.
La inflación de Argentina en 2019 fue una de las mayores del mundo, al alcanzar 53,8%, con una economía en recesión desde mediados de 2018 y aumento de la pobreza y el desempleo.
“Quédense en casa”
Los servicios de emergencia de la ciudad de Buenos Aires pidieron a los argentinos permanecer en casa para evitar la propagación de la enfermedad.
“Estamos preparados, pero lo fundamental es que la gente se quede en su casa. La solidaridad de la gente es lo que nosotros necesitamos en este momento. Que el argentino entienda que se tiene que quedar en su casa para evitar lo que es el contacto social. No queremos esa propagación”, dijo a la AFP Alberto Crescenti, director del Sistema de atención médica de emergencia (Same).
A las 21:00 locales, los habitantes de Buenos Aires salieron a sus ventanas y balcones para un aplauso colectivo a los trabajadores de la salud.
El alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, anunció medidas para fortalecer el sistema de atención sanitaria en la ciudad, con la incorporación de enfermeros y médicos además de camas de terapia intensiva y respiradores.
“El aumento de los casos que se viene dando en los últimos días y la experiencia que vamos recogiendo de las ciudades donde el virus está avanzando nos indica que podríamos estar, en los próximos días o semanas a más tardar, entrando en la etapa de la circulación social del virus”, advirtió Rodríguez Larreta.
“Circulación social” alude a que el coronavirus se propague entre personas que no han tenido contacto directo o indirecto con el extranjero.