“Eres mi luz en este momento. Estoy realmente asustado. Lo siento”, le dijo Christian Glass a una operadora del 911 a la que llamó para pedir auxilio. Su auto se había quedado atascado en un camino de tierra y tenía mucho miedo que algo le pueda suceder. Cuando la Policía llegó a su rescate, sucedió lo impensable: en vez de ayudarlo, lo asesinaron a tiros.
Las imágenes de la cámara corporal de los agentes de Colorado, en los Estados Unidos, son la única prueba que tiene la familia de este joven de 22 años para exigir justicia y tratar de entender por qué quienes debían rescatar a su hijo terminaron acribillándolo dentro de su auto.
Glass fue asesinado el 1 de junio de este año por un oficial de la Oficina del Alguacil del Condado de Clear Creek. El estudiante sufría de crisis mentales y había llamado al 911 para pedir ayuda, luego de que su auto se quedara atascado, cuenta Vice.
Sin embargo, en el transcurso de la siguiente hora, los oficiales que llegaron al llamado lo amenazaron, lo electrocutaron y, finalmente, lo mataron a tiros.
“Un trato inhumano”
Los padres de la víctima contrataron abogados para luchar por justicia para su hijo, los mismos que revelaron a la prensa local extractos de las imágenes de la cámara corporal que muestran el tiroteo y una declaración que dice: “desde el principio hasta el final, los oficiales escalaron e iniciaron la fuerza de manera proactiva”.
“No había necesidad de amenazarlo con la fuerza; sacar armas; romper la ventana de su auto; disparar rondas de balas de goma desde una distancia cercana; para probarlo; matarlo a tiros”, señalaron los abogados.
“De principio a fin, los oficiales en la escena actuaron de manera desmesurada e inhumana”, añadieron.
Los letrados también les proporcionaron a los medios estadounidenses la llamada que Glass hizo al 911 para pedir ayuda y en la que terminó disculpándose con el operador señalando que “eres mi luz en este momento. Estoy realmente asustado. Lo siento.”
En la llamada, el joven también le dijo al despachador que llevaba consigo dos cuchillos y un martillo porque era un geólogo aficionado, pero insistió en que no era peligroso.
El asesinato
La grabación de la cámara corporal muestra en una hora y 10 minutos el asesinato de Glass, y comienza con dos policías que le piden reiteradamente que salga del auto, pero el joven se niega a hacerlo y les dice a los oficiales que está “aterrorizado” porque amenazan con romperle la ventana.
Glass se ofrece a tirar los cuchillos y el martillo por la ventana, pero los oficiales le dicen que no lo haga y que en su lugar salga del auto. El joven agrega que la única forma de poder estar a salvo era permaneciendo en el auto.
Como una forma de mostrarse pacífico, la víctima hizo una forma de corazón con sus manos hacia los oficiales, y en un momento les lanzó besos a los policías.
La Patrulla Estatal de Colorado contactó a los oficiales en la escena y les preguntó cuál era “su plan”, y agregó que “si no ha cometido ningún delito y no es suicida, homicida o un gran peligro, entonces no hay razón para contactarlo”. A pesar de escuchar esto, los oficiales continuaron tratando de sacar a Glass del vehículo.
Después de un rato de discusiones intensas, los oficiales rompieron el vidrio de la ventana y Glass tomó uno de sus cuchillos mientras la policía aumentaba su agresión y varios oficiales le apuntaron con las armas.
A través de la luna rota, el joven recibió varios disparos con balas de goma y comenzó a agitarse en la camioneta.
Un oficial disparó a Glass con una pistola eléctrica a través de la ventana del pasajero y el joven comenzó a gritar y temblar mientras sostenía el cuchillo. Un oficial le dice que “todavía puede salvarse a sí mismo” si deja caer el cuchillo. La víctima, en cambio, pide ser escuchado.
Mientras se agita en el asiento una vez más, un oficial dispara su arma cinco veces. Luego, los oficiales rompen la ventana y arrastran el cuerpo de Glass fuera del vehículo. Él murió en la escena.
En las imágenes proporcionadas por la cámara corporal, no parece que Glass se haya movido del asiento del conductor de su vehículo.
“Estos oficiales tomaron un alma gentil y pacífica y la extinguieron simplemente porque era ‘hora de pasar la noche’”, escribieron los abogados de la familia Glass en su declaración.
La familia emitió un comunicado esta semana en la que lo describieron como un “niño amable y educado”.
“Han pasado tres meses desde el asesinato de Christian”, dijo su padre. “Hemos sido más que pacientes y no hemos hecho ninguna declaración pública hasta ahora. El asesinato de Christian es una mancha en el condado de Clear Creek y Colorado. Fue un asesinato cometido por funcionarios de Colorado”, agregó.
“Deberían estar protegiéndonos, no atacándonos”.
La familia hizo un llamado al “Quinto Distrito Judicial, la Oficina del Fiscal General de Colorado y la Oficina del Fiscal General de los Estados Unidos para procesar a estos oficiales con todo el peso de la ley”.