Una multitud se reunió este sábado en la gran feria automovilística de Beijing (China), único evento internacional del sector este año, en el momento en que los fabricantes de automóviles buscan atraer clientes a pesar de la crisis del coronavirus.
Pospuesto por cinco meses debido a la pandemia, el evento, que durará 10 días, logró abrir sus puertas gracias a que China pudo controlar, en gran medida, la propagación del virus.
Sin embargo, la mayoría de los fabricantes extranjeros tuvieron que revelar virtualmente sus nuevos modelos debido a las restricciones de los viajes internacionales.
Esto no impidió que un gran público, con mascarillas, disfrutara de las presentaciones de los nuevos coches en el escenario. Este año, el número de entradas fue limitado para reducir la afluencia.
La industria automovilística china muestra signos de recuperación tras el colapso de las ventas de automóviles en casi 80% en febrero, cuando los consumidores se vieron obligados a quedarse en casa y la economía casi se detuvo para frenar la epidemia.
Las ventas se recuperaron después de un primer trimestre muy difícil, con un aumento de casi 8% el mes pasado, según la federación china de fabricantes de automóviles.
El sábado se presentaron cerca de 800 vehículos y los fabricantes de automóviles se esfuerzan por ganar partes del mercado y reavivar el interés de los consumidores en un sector sumido en una crisis anterior a la pandemia.
Las ventas mundiales de automóviles se espera que disminuyan 20% este año. Pero para la agencia de calificación S&P China será el único mercado que alcanzará los volúmenes de 2019 en los próximos dos años.
Los vehículos eléctricos son una de las principales atracciones de la feria china. Beijing ha fomentado este sector y desea aumentar la cuota de electricidad al 25% de aquí a 2025.
Fuente: AFP