César Quintana es un padre estadounidense desesperado por sacar de Ucrania a su hijo de dos años, quien está atrapado en las garras de las fuerzas rusas en la ciudad sitiada de Mariúpol. Ahora este hombre planea viajar hasta Europa, salvar al pequeño Alexander y regresar juntos a California.
“Estoy dispuesto a hacer todo y cualquier cosa. Solo quiero que mi hijo regrese”, dijo Quintana a la agencia de noticias AP, quien también reveló que su exesposa y madre del menor se lo llevó secuestrado a Ucrania en 2020, antes de que Rusia lanzara una invasión a gran escala en el país.
Este hombre de 35 años confesó que no sabe nada de su hijo desde el pasado 2 de marzo, cuando se comunicaron a través de FaceTime. Asimismo, señaló que le había enviado dinero a su expareja Antonina Aslanova para suministros, pero nunca recibió una respuesta.
El hombre obtuvo la custodia total de Alexander después de que Aslanova fuera arrestada en EE.UU. durante una investigación por conducir bajo los efectos del alcohol.
La mujer visitaba de manera ocasional a su hijo en casa de Quintana, mientras este se recuperaba de una cirugía de vesícula biliar. Durante una tarde mientras descansaba, Aslanova cogió a su hijo, empacó algunas cosas y se lo llevó.
Cuando el hombre se dio cuenta que Alexander había desaparecido, intentó comunicarse con su expareja, y respondió que estaban en una tienda. Sin embargo, según detallaron las autoridades, la mujer había tomado un vuelo a Turquía y luego a Ucrania. Se le acusó de secuestro de menores.
Una lucha legal por recuperar a su hijo
Tras el inicio de una lucha legar, un juez de derecho familiar de California ordenó la devolución de Alexander en marzo de 2021. “El tribunal dictaminó que no había circunstancias apremiantes para que la madre se llevara a la niña y que la toma fuera ilícita”, señaló Tamara Jacobs, fiscal de distrito adjunta del condado de Orange.
Sin embargo, desde Ucrania, Aslanova presentó una declaración ante un tribunal señalando que no tenía planes de regresar a los Estados Unidos.
Al no tener respuestas positivas por parte de su expareja, Quintana obtuvo una visa y viajó a Ucrania. Ahí contrató a un abogado ucraniano, se puso en contacto con Aslanova, le brindó apoyo financiero a su familia y pudo visitar a su hijo.
Asimismo, el hombre convenció a la mujer de permitirle llevarse a su hijo de regreso a California y que ella también viajara para que resuelva su situación legal.
Ella aceptó el trato en noviembre de 2021 y le dijo a su madre, que había estado cuidando a su hijo, que llevaría a Alexander a su hotel de Mariúpol.
En el camino para ir hasta Kiev, Quintana y su hijo fueron detenidos por la policía ucraniana para una inspección de rutina. Las autoridades confirmaron que él era el padre del niño y les permitieron continuar, pero les quitaron los pasaportes estadounidenses.
Ya en la capital, el hombre tuvo que solicitar nuevos pasaportes en la embajada estadounidense, pero los funcionarios allí le exigieron más que una orden de custodia temporal para emitir un pasaporte para el niño, por lo que escribió a la corte de familia en California solicitando una orden para el documento.
La noticia de una posible invasión rusa ya se hacía sentir en el país.
“Si esto sucedía, tenía miedo de que Alexander no esté a salvo y los vuelos estadounidenses a Ucrania se cancelaran por un período de tiempo indeterminado”, señaló Quintana. Se hizo un pedido y se emitió el pasaporte.
Desafortunadamente este padre y su hijo no pudieron viajar antes de las fiestas navideñas y se quedaron hasta año nuevo en la capital ucraniana.
Aslanova se echó para atrás
Los documentos de la custodia legal estaban casi listos, pero Aslanova decidió no entregar a su hijo fuera y presentó una denuncia contra Quintana ante la policía de Mariúpol. Quintana fue detenido en el aeropuerto de Kiev y se le obligó a entregar al niño. Para evitarle mayor estrés al menor, el hombre se lo dio a su abuela.
La denuncia de la mujer señalaba que el hombre se llevó al niño de su hotel Mariúpol a fines de noviembre sin el permiso de la madre y pedía una investigación para determinar si Quintana tenía permiso legal para llevarse al niño.
El hombre se quedó en Ucrania sin poder ver a su hijo hasta que se vio obligado a regresar a los Estados Unidos cuando le negaron la extensión de la visa.
Quintana señaló que esperaba recuperar a su hijo a través de una audiencia internacional, con ayuda de su abogado ucraniano, pero la guerra estalló y el letrado tuvo que unirse ejército para luchar contra los rusos.
El hombre señaló al medio que está dispuesto a hacer cualquier cosa para traer a Alexander a los EE. UU. Planea comprar un vuelo a Polonia y luego cruzar la frontera la próxima semana.
“No estoy realmente seguro de lo que voy a hacer, pero solo quiero estar allí cerca si se presenta una oportunidad para que él abandone el país”, dijo.