Una reportera de televisión fue víctima de un “asqueroso” ataque durante una transmisión en vivo sobre los enfrentamientos entre el Tsunami Democratic y Boixos Nois en los alrededores del Camp Nou.
“Lo que les trataba de contar es que yo estaba aquí, en los aledaños, para contar que la gente se estaba dirigiendo al estadio de forma pacífica y ha venido una persona a ponerme todo de excrementos a mi alrededor. Me ha especificado que eran de burro [...]. Los Mossos estaban pendientes por si tenían que actuar y han venido unos compañeros de una televisión a hablar para tratar de dejarnos hacer nuestro trabajo”, indica la reportera Mireia Germán al sufrir la agresión por parte de los independentistas radicales ‘Lliris de Foc’, uno de los grupos más extremos del independentismo catalán.
Durante la transmisión, los manifestantes coreaban frases como "Llibertat presos polítics" y "¡Prensa española, manipuladora!".
Este es el video de la agresión que la periodista sufrió en vivo:
Por su parte, el Colegio de Periodistas de Cataluña ha pedido, a través de su cuenta de Twitter, “respeto por el trabajo de los periodistas” y ha denunciado que “no hay justificación posible que impida informar libremente, se trate del medio que sea”.
Al menos doce personas resultaron heridos por lesiones sufridas en los disturbios provocados por el enfrentamiento entre el Tsunami Democratic y Boixos Nois, junto al Camp Nou durante el clásico, en los que los Mossos d’Esquadra han cargado y disparado proyectiles de “foam” mientras radicales incendiaban contenedores.
Tras una tarde en la que la protesta convocada por la plataforma anónima Tsunami Democràtic ha discurrido con normalidad, tras reunir a unas 5.000 personas, según la Guardia Urbana, algunos radicales han tomado la calle en los alrededores del Camp Nou, en pequeños grupos, donde han cruzado contenedores y les han prendido fuego.
Los Mossos d’Esquadra han efectuado varias cargas y han lanzado proyectiles de “foam” para intentar despejar la zona, por ahora sin éxito, mientras se disputaba la segunda parte del clásico, al que asisten más de 90.000 personas. EFE