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Bruno Díaz es un albañil argentino de 51 años y cuando no está trabajando en obras de construcción, se pasa el día repartiendo sonrisas y regalos en hospitales infantiles de Córdoba vestido como Batman. Su misión: dar momentos de alegría.

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El ‘caballero de la noche’ argentino vive en el barrio de Bella Vista junto a sus tres hijos, a quienes crio solo. “Un día la mamá de los chicos se fue de casa y nunca volvió a aparecer. Siempre intenté cumplir con el rol para que no les faltara nada”, contó a .

Él reconoce que para vestirse de del personaje de DC Comics tuvo que pedirle permiso a su colega en otra ciudad. “Por los medios me enteré de la fabulosa labor que hace el Batman de La Plata y quise seguir el mismo camino por mi provincia. En 2016 le escribí un mail pidiéndole permiso y, claro, aceptó”, asegura.

Hace unos años ingresó al Hospital Pediátrico de Córdoba Capital con más de 200 regalos para los niños internados. Salió con las manos vacías. Antes de subir a su ‘Batimovil’, escuchó que un médico le llamó y le dijo “Batman, Batman, vuelve siempre. ¡Un niño con un corazón contento se cura más rápido!”.

Bruno Díaz -que coincidentemente tiene el nombre latino del personaje de DC Comics- ha recorrido vario hospitales de su región para cumplir con este compromiso solidario. Cuando no está vestido con el traje del murciélago, trabaja en una obra de construcción. “De lunes a viernes de 8:30 a 16 horas estoy en las construcciones. El resto del tiempo se lo dedico a mis hijos y a los que más necesitan, porque es lo que me gratifica”, cuenta.

Asegura que cada misión en los hospitales las realiza una vez a la semana, los miércoles. “Cuando termino mi jornada laboral, me pongo el traje y salgo a repartir segundos de alegría”, cuenta emocionado”.

Díaz cuenta que cuando empezó con este noble gesto compraba los regalos de su bolsillo “Recorría jugueterías mayoristas y encargaba más de un centenar”. Al poco tiempo, los vecinos se enteraron de sus buenas acciones y empezaron a donar más juguetes y dinero.

“Muchas veces sigo invirtiendo lo propio porque si bien la gente es solidaria, no puedo dejar de acercarme a las instituciones si no se llega con lo que se precisa”, cuenta.

A cada destino llega con su ‘batimóvil’, un auto que tuvo que adaptar para hacer más real el personaje. “Logré que las puertas se abran para arriba, lo pintamos de negro, le diseñamos el logo y le instalé las alas de murciélagos”, revela.

Durante esta travesía le ha tocado vivir momentos de felicidad y tristeza. Hace unos meses, una mamá de Buenos Aires le llamó para que visitara a su pequeño quien había sido desahuciado por un cáncer terminal.

“En octubre, una mamá me hizo un pedido muy emotivo. Su hijo Tiziano había sido diagnosticado con cáncer terminal. Él quería conocerme y era una urgencia porque apenas le quedaban días de vida”, lamenta.

“Si bien el desenlace final fue el pronosticado por los médicos, Tiziano pudo aprovechar otros dos meses más de vida. Ahora es un ángel”.

Casos como estos también le ha tocado vivir en los hospitales que recorre. “Más de una vez vuelvo al hospital y me encuentro con que ya no están. Es doloroso, pero trato de pensar en los instantes de felicidad que tuvieron”, indica.

“Alguien lo tiene que hacer. Estas misiones me cambiaron la vida de una forma positiva. Me recargo de satisfacción”, cuenta Diaz.

El Batman de Córdova logró reunir a otros superhéroes y ahora recorre las instituciones con Robin, Batichica, el Hombre Araña y Capitán América. Una vez al mes recorren en caravanas repartiendo juguetes y momentos de felicidad.

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