La Paz. [EFE]. Un reo fue sentenciado a treinta años de cárcel, la pena máxima en Bolivia, por apuñalar mortalmente a otro al molestarle un grafiti que pintó en el penal en que ambos se encontraban.
El brasileño Caiqui L.S., de 22 años, fue condenado por asesinato por un tribunal de la ciudad boliviana de Potosí, informó este lunes la Fiscalía de Bolivia.
El joven fue sentenciado en una audiencia abreviada por un juzgado de lo Penal por el asesinato de Enrique E. Q., de 47 años, ocurrido en la cárcel de Cantumarca en Potosí el pasado viernes, según un comunicado de la Fiscalía.
El condenado deberá cumplir la condena en el penal de Palmasola en la ciudad boliviana de Santa Cruz, considerado el más conflictivo del país.
El reo durante su declaración indicó que “cometió el crimen porque Enrique pintó un graffiti en una de las paredes del penal, que en su mensaje ofendía a la agrupación criminal ASC, a la cual pertenece Caiqui”, relató la Fiscalía.
La autopsia practicada a la víctima reveló que recibió veinte puñaladas en el tórax y abdomen, lo que le ocasionó lesiones cardíacas y pulmonares que provocaron una hemorragia aguda interna externa que lo llevaron a la muerte, de acuerdo con el comunicado.
“Caiqui atacó a Enrique con dos cuchillos de cocina, lo apuñaló en la espalda y le hizo un corte en el rostro, a la altura del mentón, en ese momento la víctima trató de escapar, sin embargo cayó al suelo, situación que fue aprovechada por su agresor para propiciarle varias puñaladas”, añade la nota.
El condenado había sido detenido en 2017 tras una balacera con la Policía Boliviana, en la que también fueron arrestados otros dos brasileños considerados miembros de una banda de atracadores, y en 2019 protagonizó junto con otros dos reos de su país una fuga de una prisión en Bolivia, aunque luego fueron capturados, según reportaron entonces fuentes oficiales.
El recluso, a quien se considera miembro de la banda criminal brasileña Primer Comando de la Capital, fue trasladado al penal de Potosí en febrero de este año desde una cárcel de la ciudad boliviana de Cochabamba, tras su supuesta relación con la tenencia de una granada militar en la prisión, de acuerdo a distintos medios bolivianos.