El presidente chileno, Gabriel Boric, anunció este miércoles su prometida reforma de pensiones, que contempla la creación de un modelo mixto con un aumento de la cotización del 10 al 16 % a cargo del empleador y la posibilidad de que el Estado gestione los fondos.
Los afiliados “serán los dueños de sus ahorros y podrán decidir libremente entre los gestores de inversores privados o el inversor público”, explicó el mandatario.
Boric explicó que el sistema está compuesto por tres pilares: la capitalización individual vigente que mantendrá los aportes obligatorios que pertenecen a cada trabajador; el aporte proveniente del Seguro Social del 6% a cargo de los empleadores; y el aporte que hace el Estado mediante la Pensión Garantizada Universal (PGU).
Este último será aumentado con esta reforma a 250.000 pesos (unos 264 dólares), una vez el Congreso apruebe la Reforma Tributaria.
”Las AFP (administradoras privadas de fondos de pensiones), en esta reforma, se terminan”, sentenció Boric.
”Existirán nuevos gestores de inversión privados con el objeto exclusivo de invertir fondos previsionales y, además, existirá una alternativa pública, lo que permitirá promover la competencia con la entrada de nuevos actores”, agregó.
El jefe de Estado insistió que “el actual sistema de pensiones está en crisis” y que las pensiones de hoy “no alcanzan” para que las personas “sostengan una vida digna en su vejez, sin importar cuánto trabajaron durante su vida”.
”Ya ha habido dos intentos fallidos durante los últimos años y la ciudadanía no perdonará un nuevo fracaso de la política”, reiteró.
Boric, que recordó que esta reforma “ha sido esperada y postergada por más de 15 años”, invitó a la discusión a parlamentarios, empresarios, a las AFP, trabajadores y organizaciones -”a todos los actores”, dijo- para “alimentar” el debate que terminará definiéndose en el Congreso, donde el oficialismo no cuenta con una mayoría.