Miles de ingleses temieron lo peor cuando vieron a Mick Jagger en el estadio Luzhniki apoyando a Inglaterra que se jugaba el pase a la final del Mundial Rusia 2018 ante Croacia, pues aseguraban que con él llegaba la 'maldición' que nació en la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010.
Mick Jagger se ha vuelto popular desde ese mundial por una característica que muchos hinchas han llamado 'maldición', ya que desde que se animó a ir a los estadios los equipos favoritos sufren derrotas contundentes y son eliminados de la competencia, tal como pasó en semifinales de Rusia 2018, Inglaterra vs. Croacia, donde el equipo inglés cayó en tiempo suplementario 2-1.
En Sudáfrica 2010 el intérprete de ‘Satisfaction’ acudió al estadio a apoyar a su país de origen, Inglaterra, y fue eliminado por Alemania.
En el mismo mundial acudió al palco del estadio junto con el ex presidente Bill Clinton a apoyar a la selección de Estados Unidos, que también perdió ante Ghana. Hasta aquí nadie creía en la 'maldición de Mick Jagger'
Cuatro años después la 'maldición de Mick Jagger' continuó en Brasil 2014. Primero sucedió cuando se encontraba realizando un concierto en Roma y dijo que el cuatro veces campeón del mundo, Italia ganaría a Uruguay y avanzaría a octavos de final y esto nunca pasó. Los charrúas ganaron 1-0 a Italia y los eliminaron.
Lo mismo pasó para las selecciones de Portugal e Inglaterra quienes desgraciadamente contaron con el apoyo de Mick Jagger, ambos equipos fueron víctimas de su 'maldición'.
En el recordado 'Minerirazo', donde Brasil quedó eliminado tras ser goleado 7-1 por Alemania, Mick Jagger estuvo sentado junto a su hijo que tiene con la modelo brasileña Luciana Gimenez para apoyar a los anfitriones del mundial.
Hoy los hinchas ingleses corroboraron la 'maldición de Mick Jagger': Inglaterra cayó 2-1 mientras el cantante de los Rolling Stone estuvo en el palco oficial del estadio donde hoy los croatas celebraron su pase a la final de Rusia 2018 por primera vez en su historia.
¡Que a Mick Jagger ya no le permitan entrar a los estadios, por favor!