El Mundial de Qatar 2022 está cada vez más cerca y mientras en el presente varios jugadores se lo perderán por lesión, otros llegan en su mejor momento, y selecciones como la de Ecuador tienen al fin ' luz verde’ del TAS, en la galería de historias sigue habiendo muchas por conocer. En esta sección repasamos aquellas que marcaron el torneo de selecciones más importante del mundo y que ya ocupan un lugar especial dentro de los nostálgicos aficionados al ‘deporte rey’.
En esta ocasión nos iremos a los meses previos al campeonato mundial de 1966, cuya sede fue Inglaterra. Los británicos, dueños del orden y la disciplina parecieron haber planeado la organización perfecta y, sobre todo, la vigilancia sobre la copa Jules Rimet, nombre de la presea que levanta la mejor selección.
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En un gran operativo, que incluyó personal de seguridad de la realeza, el trofeo arribó a territorio británico y fue llevado a un museo en el barrio de Westminster. La zona está cerca del palacio de Buckingham y fue protegida por un cordón policial. Estamos en la quincena del mes de marzo de 1966 y todo parecía ir con normalidad.
Sin embargo, una tarde un guardia de seguridad se descuidó y la Copa del Mundo se hizo humo. En aquella época no había tecnología, cámaras avanzadas o GPS, así que todos entraron en desesperación. Hubo movilización nacional y la noticia dio la vuelta al planeta e hizo estallar de molestia a la FIFA.
Las altas autoridades británicas pusieron a la policía inglesa, conocida como Scotland Yard, a entrar en acción en Londres y los alrededores y la, hoy fallecida, Reina Isabel II conversó directamente con miembros de la FIFA para transmitirles confianza que el trofeo se recuperaría.
Pero lo que no pudieron hacer los humanos, lo hizo un pequeño animal. Fue el 20 de marzo de 1966, cuando el perro ‘Pickles’ que paseaba junto a su dueño de nombre David Corbett, encontró la Copa del Mundo. La mascota jaló a David hasta un arbusto y allí, envuelta en un periódico, se encontraba la presea más buscada.
Tanto ‘Pickles’ como su dueño, que al inicio fueron sindicados como los ladrones, recibieron una gran recompensa y en los festejos de la coronación de Inglaterra como campeona del mundo estuvieron como invitados estelares. El perro pudo lamer los platos después de la comida, mientras que David Corbett recibió un recompensa de 6,000 libras esterlinas (7 mil dólares hoy).
Además, muchos le pusieron de nombre ‘Pickles’ a sus nuevas mascotas, hubo reportajes y ese mismo año el perro protagonizó una película: ‘El Espía de la Nariz Fría’. Lamentablemente un año después, ‘Pickles’ falleció al estrangularse con su correa cuando estaba persiguiendo a un gato. David Corbett lo enterró en el jardín trasero de su casa y muchos olvidaron lo que hicieron.
Además, aquella Copa del Mundo de 1966 tuvo otros detalles particulares: fue el primer Mundial que se transmitió en televisión a color y a través de satélite y se introdujo por primera vez una mascota: el león Willie. Algunos pidieron que la mascota sea ‘Pickles’, pero la FIFA se negó.
Lo que nadie podrá quitarte a aquella mascota, es su nombre inscrito en la historia de los Mundiales.
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