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Hace 15 años, Edith Rojas decidió cambiar el restaurante que tenía en su casa por una tradicional bodeguita, pero con la clara meta de convertirla en el principal sustento de su familia.
“Tener una bodega no es fácil. Para sacarla adelante he trabajado hasta 18 horas diarias; sin embargo, ahora por la pandemia atendemos al público durante 14 horas. Me siento orgullosa de cómo ha crecido”, cuenta Edith.
Pero todo no queda ahí. Luego de su jornada, que empieza a las 7 de la mañana y termina a las 9 de la noche, hace otro trabajo, que incluye limpiar, ordenar y desinfectar todos los productos que ofrece. Algo que ahora realiza más minuciosamente para evitar que tanto ella como sus clientes contraigan el coronavirus.
Esta mamita de dos hijos universitarios confiesa que empezó con pequeños andamios y algunos productos básicos, pero ahora tiene todo un minimarket ubicado en el corazón de Magdalena, llamado ‘Andrea’s Market’, donde se encuentra hasta frutas y verduras para beneficio de todos sus clientes.
“He logrado hacer crecer mi negocio porque hace seis años me invitaron a la Escuela de Negocios de Arca Continental Lindley. Aprendí de marketing, posición de productos, administración y mucho más, y es por eso que los nuevos retos no me asustan. No hay que vivir con miedo”, dice orgullosa.
Y justamente uno de sus nuevos retos fue iniciarse en el dinero digital, ya que entendió que los clientes prefieren no tener efectivo. Para hacerle frente a las grandes cadenas de supermercados ella también acepta todas las tarjetas de crédito y débito. “Trabajo con todos los bancos. Mis clientes se sienten seguros”, exclama.
La buena atención a los compradores trae beneficios para tu negocio que, a la larga, serán muy provechosos. Estos son:
Trata de vender tus productos antes de que lleguen a la fecha de caducidad para no generar pérdidas. Sigue estas recomendaciones:
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