No está mal que cada tercer domingo de julio celebremos el 'Día del Pollo a la Brasa’, pero sí que lo comamos con frecuencia, pues esto podría causarnos sobrepeso y obesidad. Además, enfermedades cardiovasculares y diabetes.
Según explicó Ricardo Vargas, jefe del Servicio de Nutrición del hospital Guillermo Almenara de EsSalud, la piel del pollo a la brasa contiene colesterol y grasas malas que, sumado a las papas fritas con las que solemos acompañarlo, aumentan los valores calóricos que afectan la salud del organismo.
Si a todo esto le sumamos las cremas y gaseosas, estaremos superando las mil calorías, sin duda una cantidad excesiva para tratarse solo de un almuerzo o cena.
Por ello, el especialista recomendó consumir un octavo o una presa de pollo sin piel, que puede ir acompañado de una porción moderada de papa sancochada o ensalada de verduras, sin mayonesa.
También aconsejó que evitemos comer el jugo que sale del braseado del pollo, ya que contiene grasas saturadas y sodio.
Finalmente, el nutricionista sostuvo que reemplacemos las gaseosas, por refrescos elaborados a base de fruta natural, como la limonada, maracuyá o manzana.