Rómulo y Julita está inspirada en la tragedia de Shakespeare, con un planteamiento de comedia romántica en ambiente rural

POR: ENRIQUE SILVA ORREGO/ CRÍTICO DE CINE

Hacer comedia no es fácil, pero parte del cine peruano pareciera contradecir esta afirmación, si nos atenemos a la seguidilla de películas de dicho género producidas a partir de la mediocre ‘¡Asu mare!’ (2013). Casi todas cortadas por la misma tijera, llenas de estereotipos y lugares comunes, copiando fórmulas una y otra vez. Es decir, tan mediocres o peores que la taquillera cinta protagonizada por Carlos Alcántara.

‘Rómulo y Julita’ no escapa a esta tendencia, pese al esfuerzo del realizador Daniel Martín Rodríguez y de su atractivo reparto, en el que figuran Mónica Sánchez, Miguel Iza, Mayella Lloclla, Pietro Sibille, entre otros conocidos artistas. Inspirada en la célebre tragedia de Shakespeare, el planteamiento aquí es de comedia romántica en ambiente rural, con algo de humor, grueso, banal, que apenas funciona. Lo curioso es que no ha tenido la aceptación que se suponía y ha resultado, por comparación con otras cintas locales de similares características, un fracaso.

Esperábamos más del cineasta, cuya ópera prima, la comedia de terror ‘¡Aj Zombies!’ (2017), lucía fluida y divertida. Con un libreto tan flojo solo queda ceñirse a lo que cada actor pueda aportar. Empero, la energía que destilan varios de ellos no alcanza. La correcta factura técnica tampoco. Felizmente estas películas tan intrascendentes son solo una fracción de la producción nacional. Hay otras vertientes, aproximaciones y estilos, sobre todo a nivel regional, que sí son destacables.