Llega una nueva mascota a casa y tu perrito empieza a comportarse de una forma distinta. Quizás al inicio no entiendas este comportamiento y pienses que son simples celos y que ya se le pasará, pero ¿qué de cierto hay en esto?
El médico veterinario de la cadena ConVet, José Luis Oviedo, explica que los perros sí sienten celos, pero no precisamente como los que sentimos los humanos. “Las mascotas sienten un nivel de ansiedad por el cambio de roles dentro de su hogar, es decir, en una familia hay ciertas jerarquías y cuando llega un nuevo perro, bebé o familiar ellos no saben qué rol tendrán, por ello empiezan a comportarse de forma distinta”, explica.
Estos ‘celos’ pueden durar semanas o meses, el tiempo en que su confusión desaparezca, pero pueden volver a aparecer. Nuestros engreídos manifiestan este sentimiento así:
- Se vuelven inquietos.
- Se muestran inapetentes.
- Tienden a estar irritables y se pueden volver un poco agresivos.
- Se alejan de las personas.
- Tienen una obsesión o fijación ante la nueva persona o mascota.
- Orinan y defecan fuera de su sitio habitual.
Para José Luis la solución consiste en hacerlo partícipe de la nueva situación y no cambiar su rutina. “Si llega un bebé a la casa se debe permitir al perro que ingrese a la habitación y huela al pequeño, así será consciente de que es un nuevo ser que necesita atención. Y si decides tener otra mascota no cambies la rutina del primero. Sigue paseándolo a sus horas, dale amor, que ambos tengan los mismos beneficios y derechos, así todo estará bien”.