Salud
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Una enfermedad silenciosa muy común es el hígado graso. No presenta síntomas, solo a veces puede provocar fatiga, una ligera sensación de presión en la zona superior derecha del abdomen o pesadez después de las comidas. Estos malestares pueden pasar inadvertidos o asociarse a otros trastornos como estrés, resfriados o atracones de comida, lo que provoca que muchas veces no se diagnostique.

Este mal -explica el jefe de Gastroenterología del Hospital Dos de Mayo, Willian Prado- se caracteriza por la acumulación excesiva de ácidos grasos y de triglicéridos en las células hepáticas.

“Generalmente es benigno, pero si no se controla a tiempo puede empeorar y originar problemas más graves, como hepatitis, cirrosis y cáncer de hígado”, alerta. Entre las causas están el sobrepeso, obesidad, niveles elevados de colesterol y triglicéridos, la diabetes y consumo de corticoides.¿Cómo prevenir?

- Sigue una alimentación sana, variada y equilibrada, baja en azúcares refinados y alta en productos frescos.

-  En caso de tener sobrepeso, lleva una dieta hipocalórica para adelgazar de manera saludable. Lo recomendable es perder entre 2 y 4 kilos al mes, ya que las pérdidas bruscas pueden conducir al desarrollo de esta enfermedad o agravarla.

-  Come más verduras y frutas frescas, crudas o ligeramente cocinadas. Ayudan a aligerar la dieta y, al ser ricas en fibra, ‘barren’ el exceso de grasa y azúcares. Come acelgas, espinacas, alcachofas, lechugas, apio, espárragos, brócoli, berros, col, ajo y cebollas. 

SABÍAS QUE...

- Al hígado graso también se le conoce como esteatosis hepática, y no siempre se produce por exceso de alcohol, también por el abuso de grasas saturadas y trans.

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