La filosofía de Marie Kondo va más allá de lo que se puede ver, pues para ella lo que no podemos ver también nos afecta, incluido el aire que respiramos. Por esto, la ‘gurú del orden’ considera que es importante mantener la energía pura y limpia en nuestro espacio.
Considera que al eliminar el aire viciado del hogar, podremos entrar en un estado más profundo de reflexión y gratitud. Aquí la japonesa nos enseña seis maneras en la que podemos purificar nuestro hogar.
1. Palo Santo. También conocido como ‘madera de los santos’ se ha utilizado en prácticas espirituales y ceremonias curativas desde el imperio inca, según explica Kondo. Enciéndolo y deja que la llama arda unos minutos, sóplalo y camina por las áreas que deseas limpiar haciendo que el humo pase por cada habitación. Con espíritu de gratitud, pide al humo por tu bendición y protección.
2. Sal. En la religión sintoísta, la sal es un símbolo de pureza. Marie la usa para decir adiós con gratitud a los objetos o recuerdos sentimentales, y como un levantador de ánimo en su ritual de baño. También para alejar la energía negativa colocando pequeñas porciones en sal alrededor de una habitación o puerta.
3. Incienso. En Japón, la tradición de los inciensos se remonta al siglo VI. Marie Kondo empieza su día abriendo las ventanas y encendiendo un incienso para limpiar el aire y mejorar la claridad.
4. Diapasón. La japonesa explica que la música y el sonido se han utilizado con fines curativos durante miles de años. Ella usa un diapasón para despertar su espíritu. Ella sugiere sentarse cómodamente en un espacio despejado. Golpear ligeramente el diapasón contra algo sólido, Marie usa un cristal, cerrar los ojos y dejar que el sonido vibre a tu alrededor.
5. Aceites esenciales. Marie Kondo los utiliza para relajarse y reflexionar sobre su día. Le gustan especialmente los de olor a lavanda porque la ayudan a dormir. Para ello, llena el depósito de agua de su difusor y aplica unas cuantas gotas de aceite.
6. Aire fresco. Deja que entre a tu hogar aire fresco, es la forma más sencilla de purificarlo. Ella abre las ventanas y puertas todas las mañanas para que circule aire por toda su casa.