Los perros, denominados el mejor amigo del hombre, son animales asombrosos, los cuales nos proporcionan amor y buena compañía. Son uno de los animales favoritos para tener como mascota en casa, se convierten en un miembro más de la familia y nos aportan bienestar. Está comprobado que los canes mejoran el estado de ánimo, la salud mental y la condición física de las personas.
Es el animal más fiel y el más cercano al ser humano. Algunos canes, incluso, son utilizados en terapias para enfermos, debido a que son capaces de transmitir emociones muy positivas. Tener un perro en casa es sencillamente maravilloso, pero, a su vez, implica una gran responsabilidad ya que es muy importante darles los cuidados correctos.
De acuerdo con la organización World Animal Protection, el 95 % de personas que tienen perros los consideran parte de su círculo familiar. El vínculo que se genera entre el can y su amo es especial y proporciona bienestar tanto físico como emocional. De ahí la importancia de educarlos responsablemente, desde su comportamiento hasta las normas que deben respetar dentro del hogar.
En este sentido, muchas veces los perros suelen tener actitudes que resultan inoportunas como ladrar sin motivo algunos o gruñir. Se sabe que ladrar y gruñir es parte de la comunicación de un can, y que de acuerdo a la circunstancia tiene un significado diferente.
¿QUÉ SIGNIFICAN LOS GRUÑIDOS DE UN PERRO?
Cada vez se estudia más, y en mayor profundidad, la conducta y el porqué del comportamiento de los perros para que podemos entender lo que quieren transmitirnos. Los gruñidos en el perro no son más que una mínima parte del conjunto de formas que tiene el can para comunicarse.
El gruñido es considerado como una forma de agresión y tendemos a recriminarlo. Con esto es muy probable que empeoremos la situación porque no estamos escuchando lo que el animal quiere decirnos. Finalmente, acabamos con un perro que muerde, cuyo final suele ser la eutanasia, el abandono, la estigmatización de la raza o la mala imagen de los perros en general.
Los gruñidos en el perro no tienen que significar, necesariamente, agresividad. Dependiendo de la situación, de la educación del perro, de su carácter o problemas emocionales y sus vivencias pasadas, un gruñido puede implicar:
- Miedo.
- Incomodidad.
- Defensa propia o de un miembro del grupo.
- Agresión.
- Juego.
- Defensa de los recursos.
- Amenaza.
Como vemos, los gruñidos en el perro pueden ser, incluso, positivos. Muchos canes, durante las situaciones de juego, cuando están con otros perros, o también con nosotros, pueden gruñir. Este gruñido no supone ninguna amenaza, ya que está unido a las conductas positivas del juego.
DEFENSA DE LOS RECURSOS
Una de las razones por la que muchos perros gruñen es por la defensa de los recursos, como son comida, juguetes u otros objetos que sean de interés para el can. Ante este conflicto, algunos tutores suelen reñir al perro y quitarle lo que está protegiendo, ya que creen que la mascota está mostrando dominancia.
Esto no es así. Lo único que siente el perro es que su tutor le está quitando algo que es de mucho valor para él, por lo que el vínculo entre el tutor y el can se deteriora. Además, debido a la frustración, el perro podría llegar a morder algún día.
La mejor forma de actuar ante estas situaciones es hacer que el perro pierda interés por el recurso. Por ejemplo, si el can valora en exceso un juguete, no debemos quitárselo; al contrario, debemos darle muchos juguetes iguales porque, al tener tantos, perderán valor.
¿UN PERRO QUE GRUÑE PUEDE MORDER?
Sí, cualquier perro puede morder. El gruñido no es siempre la antesala al mordisco. Muchas veces, el perro gruñe y, a continuación, decide irse. Esto también es una forma de comunicación.
Por el contrario, otros canes, tras el gruñido, si el estímulo que lo está provocando no cesa, marcará con un mordisco. No obstante, antes que el gruñido, el perro muestra, a través de otros gestos corporales, que algo lo está molestando.
Por ello, es fundamental saber cómo se comunican los perros. Desgraciadamente, algunos canes han dejado de utilizar las conductas previas porque ven que en nosotros no surten efecto, así que muerden directamente.
¿CÓMO EVITAR LOS GRUÑIDOS EN EL PERRO?
No podemos pretender que un perro no gruña nunca, al igual que ocurre con los ladridos. Ambos son una forma natural de comunicación, y es normal y sano que a veces lo hagan. Sin embargo, como siempre, un exceso puede no ser normal.
La ansiedad, el estrés, la mala gestión de la frustración y otros problemas que puede sufrir un can son estados que propician conductas como los gruñidos en el perro. Por esta razón, no debemos intentar corregir los gruñidos, sino buscar a raíz de por qué nuestra mascota se comporta así.