Aunque no lo quisiéramos, muchas enfermedades son comunes entre perros y humanos, una de ellas es la epilepsia. Este mal en canes se presenta de la misma forma que en las personas, con cuadros convulsivos y pérdida de saliva. Una vez que finaliza el ataque epiléptico, hay que dejar que se recupere en un lugar tranquilo y ventilado. Puede terminar agotado y sediento.
Kamilo Rivera, médico veterinario representante del Latin American Veterinary Conference (LAVC), precisa que la epilepsia canina se produce cuando una descarga eléctrica afecta el cerebro del animal. Esto provoca el desplome de su cuerpo, movimiento en sus extremidades, pedaleos innecesarios y pérdida de conciencia.
ASISTENCIA
El episodio suele durar dos minutos y empieza con cambios en el comportamiento del animal. De pronto, se muestra inusualmente inquieto o por el contrario, se refugia en un rincón hasta que empieza a tener movimientos involuntarios. Para evitar que el animal se golpee, es importante apartar los objetos ubicados a su alrededor.
Tampoco hay que tocarlo y, mucho menos, cogerle la boca, ya que el animal puede morder al estar fuera de sí. Lo mejor es mostrar calma y esperar a que la convulsión termine. El más indicado para diagnosticar la enfermedad es el veterinario y de padecerla, deberá mantenerse medicado, lejos de situaciones de estrés y siempre bajo la supervisión de su amo.