Mientras los hijos son bebés, los padres son quienes deciden qué ropa usarán. Sin embargo, a partir de los dos años se recomienda que los niños opinen y compartan sus propios gustos por las prendas que van a ponerse. ¿La razón? Según la psicóloga Sandra Grandez, de PsicoVilla, elegir su propia ropa favorece la capacidad de expresión, juicio y autoestima de los niños. Estas son sus recomendaciones para que lo hagan con acierto:
- Cuando vayas de compras es positivo que el niño o la niña te acompañe. "De esta forma no solo sabrás qué colores o estilos prefiere, sino que además se reforzará su confianza y su desarrollo como individuo", señala la experta.
- Los niños no tienen la capacidad de combinar colores, pero se les puede ayudar ofreciéndoles varias posibilidades, al mismo tiempo que explicarles la importancia de vestir de una determinada manera en función a la ocasión o clima.
BENEFICIOS
Seguridad, autoestima y responsabilidad son algunas de las ventajas que supone que un niño pueda elegir su ropa. La opción de decidir hará que se sienta seguro y más feliz. Al tomar decisiones sobre su ropa es más responsable, ya que aprenderá la necesidad de cuidarla correctamente.