Sea un perro, un gato u otro animal doméstico, tener una mascota en casa es sencillamente maravilloso. Los animales de compañía se vuelven un miembro más de la familia y aportan una serie de beneficios extraordinarios, tanto físicos como emocionales. A su vez, tenerlos implica una gran responsabilidad ya que es muy importante darles los cuidados correctos.
Se estima que aproximadamente un 65% de la población convive con al menos una mascota en el hogar. Está demostrado que convivir con un animal nos aporta beneficios físicos y psicológicos, ya que supone una fuente de cariño inagotable, y al mismo tiempo, nos enseña a expresar emociones tales como el amor. Ellos nos brindan su atención y se convierten en nuestros amigos.
Además de facilitarle cosas básicas como una vivienda, comida y un techo, hay otros cuidados que son importantes para que tu mascota esté feliz y con una salud de hierro. Es primordial llevar a tu engreído al veterinario cada cierto tiempo para evaluar su salud y así prevenir cualquier enfermedad o dolencia que pueda presentar. De esta forma tendrá una buena calidad de vida.
Al igual que las personas, las mascotas también deben hacerse un chequeo de salud de forma regular y así determinar si todo se encuentra funcionando bien. Los chequeos de salud son muy útiles para determinar problemas que en muchas ocasiones se encuentran incipientes y que pueden ser tratados sin mayor complicación.
Es recomendable utilizar a la medicina veterinaria como un medio preventivo y de detección precoz. De allí la importancia de llevar a las mascotas a hacerles un chequeo de salud y así evitar que puedan presentar complicaciones más graves con el pasar del tiempo.
La frecuencia con la cual se debe llevar a una mascota al veterinario dependerá de varios factores, pero sin duda alguna, la edad es un factor clave.
En el caso de los cachorros o crías, deben ser llevados con mucha más frecuencia. La razón radica en que durante los primeros meses de vida es cuando se lleva a cabo todo el proceso de vacunación del animal.
En lo que se refiere a los adultos, lo ideal y más recomendado es llevarlos dos veces al año. En esa consulta el veterinario les hará un chequeo general y determinará si requieren el refuerzo de alguna de las vacunas, así como también un proceso de desparasitación. En este sentido, es importante recordar colocarle el refuerzo tanto de la vacuna contra la rabia y la séxtuple. Hay que recordar que la vacuna de la rabia es obligatoria en casi todos los países del mundo.
Si el perro goza de muy buena salud, la frecuencia de visita al veterinario puede reducirse a una vez al año. Sin embargo, como se comentó anteriormente, lo ideal es llevar a las mascotas una vez cada seis meses.
Cuando una mascota tiene problemas de salud siempre es recomendable llevarlo al veterinario. Sin embargo, no todas las razas y especies necesitan ir a chequeos preventivos. En el caso de los perros y gatos sí es necesario, no así en el caso de las aves, peces, roedores, entre otros.
Además, es importante que personas que tengan granjas y muchos animales a su cuidado tengan un control estricto sobre la salud de los mismos.
Por supuesto, cuando se tiene una mascota, independientemente de la especie, es recomendable llevarlo al veterinario para que éste le haga un chequeo general y le indique al propietario cuáles son los cuidados que debe darle al animal.
En el caso de los perros y gatos, también es recomendable hacerles un chequeo de salud cada seis meses o, en su defecto, una vez al año a modo preventivo.
Hay muchos que se animan a comprar o adoptar una mascota. Sin embargo, el cuidado de los animales domésticos exige sensibilidad y responsabilidad, por lo que es muy importante conocer bien nuestras posibilidades y las necesidades de nuestro nuevo “mejor amigo”.
1. Elige según tu disponibilidad. Cuenta las horas al día que tienes libres y considera las atenciones que necesita tu mascota. Según apuntan los especialistas, “un gato exige menos dedicación que un perro, y aún menos las tortugas, los hámsters o los periquitos”.
2. Escoge la que mejor te represente. Tu mascota proyecta una imagen de ti mismo. Inclínate por la que mejor vaya con tu forma de ser y tu estilo de vida. “Las personas más activas que buscan planes para salir de casa suelen disfrutar más de los perros, mientras que las personas tranquilas e independientes encajan mejor con las costumbres de los gatos”, apunta los expertos.
3. Mide su espacio. Los animales necesitan un lugar donde vivir que se asemeje lo más posible a su hábitat natural. Asegúrate de que tu nuevo compañero tendrá un hueco donde dormir, comer, jugar… Así podrá crecer sano y feliz, y podrás disfrutarlo mucho más.
Contenido GEC