Las altas temperaturas en nuestro país cada vez son mayores, esto y la incorrecta exposición al sol pueden afectar nuestra piel y generar la aparición de lunares malignos.
"Los lunares son pequeñas manchas o bultos que aparecen en la piel. La mayoría de ellos son benignos y podemos tenerlos desde el nacimiento. Pero también están los lunares adquiridos con el tiempo, a causa de la exposición al sol", comenta Martín Falla, oncólogo y especialista en piel de Oncosalud.
El 6 de febrero es 'El día del lunar' por ello, el especialista nos enseña el ABC de la prevención para ayudarnos a identificar un posible lunar cancerígeno.
A. Asimetría: presta mucha atención si la mitad de tu lunar no corresponde con la otra mitad.
B. Bordes irregulares: revisa si los bordes del lunar no están bien definidos y no se aprecia con exactitud dónde empieza y dónde termina la lesión.
C. Color: si el lunar presenta más de un color, como café, negro, verde y/o rojo debe conducirnos a estudiar con más rigor la lesión que tenemos.
D. Diámetro: cuando un lunar mide más de un centímetro de diámetro o ha crecido desde la revisión anterior, debemos ponernos alertas.
E. Evolución: es importante observar si con el paso del tiempo el lunar cambia de tamaño, forma o color.