El 2024 no solo marca el comienzo de una nueva fase, sino también da inicio al Año Nuevo Chino, que en esta ocasión corresponde al Dragón de Madera. Si tu signo zodiacal es el Búfalo, es fundamental tener en cuenta las siguientes predicciones para aprovechar las influencias de este año.
El Año Nuevo Chino comenzará el 10 de febrero de 2024 bajo el signo del Dragón de Madera, marcando el inicio de un ciclo cargado de energía y misterio. Este año especial, que corresponde al 4722 según el calendario chino tradicional, llegará a su fin el 28 de enero de 2025.
Las predicciones que presentamos a continuación son el resultado del análisis minucioso de la experta en astrología china, Ludovica Squirru Dari. En su libro, “Horóscopo Chino 2024: Dragón de Madera”, la renombrada astróloga nos desvela las claves que definirán el destino de cada signo, incluido el Búfalo.
¡Atención, Búfalos intrépidos! Ludovica Squirru, la oráculo de las estrellas, desvela las predicciones preventivas para ustedes en este emocionante 2024. Prepárense para una travesía única basada en la intuición.
Para los valientes Búfalos, este año les reserva una etapa nómade, un descubrimiento del desapego hacia trabajo, familia y responsabilidades jerárquicas. ¿La visión de Ludovica? Vivir en una casa rodante, una carpa, compartir experiencias espirituales en grupos, cultivar huertas y explorar nuevos sabores como yerba mate, arroz y especies de legumbres dignas de un banquete celestial.
Pero la revolución no se detiene ahí. El constante y disciplinado búfalo romperá con tabúes, relaciones tóxicas y desilusiones, optando por reducir su economía a lo esencial. ¡Prepárense para una vida minimalista con un toque de rebeldía!
El dragón, ese ser mágico y benevolente, abrirá las puertas para los Búfalos, protegiéndolos de las garras del año del conejo.
Pero, ¿cuál es la joya de la corona en estas predicciones? ¡Los Búfalos podrán descansar más a menudo! Por primera vez en muchísimo tiempo, podrán enfocarse en sí mismos, pasar inadvertidos y quizás, cambiar por completo de vida, como si estuvieran en un programa de protección de testigos. Todo esto, claro está, sin descuidar a la familia y con un puñado de amigos leales a su lado.
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