La curiosidad que lleva en las venas llevó a Hernán Colán Ordinola (43) a combinar sus dos pasiones: la escultura y la electrónica, y crear verdaderas obras de arte que tienen vida propia, las cuales ha exhibido en diferentes países de la región.
Este vecino de Carabayllo asegura que en el Perú, sí se puede vivir del arte. Por ello, comparte sus conocimientos con aquellos sus conocimientos en su escuela 'Pro Art Di'.
¿Cómo así decidiste fusionar la escultura y la electrónica?
Cuando era estudiante de Bellas Artes un profesor me dijo que podía darle un plus a mis obras. Entonces decidí añadirle tecnología a mis esculturas.
Y armaste todo un sistema para que se muevan...
Los juguetes electrónicos siempre despertaron mi curiosidad, así que tomé de base el funcionamiento de ellos.
Pero tus esculturas no son de yeso ni arcilla
Son de metal, las cuales las hacen únicas.
La mayoría de tus obras son animales
Sucede que también soy amante de la naturaleza. La primera pieza que hice fue un gato, quedó genial solo le faltaba maullar (risas).
Pero tienes hasta un colibrí que vuela
Se me ocurrió hacerlo y aquí está, felizmente no fue difícil.
¿Cómo creas tus piezas?
Nacen de una idea que plasmo en un papel y después la hago realidad.
¿Has ganado algún premio?
Sí, en 2007 gané un concurso de escultura que organizó IPAE.
También expusiste en el extranjero, ¿no?
Expuse en Argentina y Ecuador, y en setiembre próximo me voy a Bolivia.
Aparte de la escultura, ¿qué otro arte dominas?
Me gusta el dibujo, el moldeado de máscaras, el tallado, aerografía, son varios artes pero lo que más me gusta es enseñar.
¿Ahorita dictas algún curso?
Sí. Tengo mi propia escuela, porque descubrí que tenía la necesidad de enseñar. Lo gratificante de eso, es saber que tus alumnos se van felices. Incluso hubo un señor de 76 años al que le enseñé.
¿Dónde te podemos encontrar?
En el Facebook me ubican mediante el fan page de 'Pro Art Di', mi escuela, ahí está toda la información. Y recuerden que nunca es tarde para aprender.