Abre las cortinas y deja que los rayos de sol de este verano se reflejen en el suelo, la mesa o el sofá. Está comprobado que la luz natural no solo vuelve a una casa más acogedora y atractiva, sino que también aporta salud física y psíquica a quienes viven en ella:
Aporta vitamina D. Los rayos solares aumentan la síntesis de vitamina D del cuerpo, el cual es importante para tener huesos fuertes y prevenir la osteoporosis.
Combate el insomnio. Al contrario de lo que se cree, la luz natural es un arma eficaz contra el insomnio, ya que regula el reloj biológico interno y los estadios de sueño y vigilia.
Mejora el ánimo. El sol aumenta los niveles de endorfinas y serotonina en el cerebro, hormonas que transmiten sensación de felicidad y buen humor.
Permite ahorrar. La luz natural ayuda a ahorrar en iluminación artificial (prender focos) y permite mantener una temperatura ambiental confortable.
Seca los ambientes. La iluminación natural favorece la buena ventilación y ayuda a secar cualquier pared, lavadero u objeto enmohecido.
Desinfecta la casa. La radiación solar tiene efectos antibacterianos y desinfectantes, ya que limpia de forma natural los ambientes.
Agranda los espacios. También ayuda a que los espacios parezcan más grandes, porque crea un efecto ‘amplificador’, en contraposición a las zonas de sombra.
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Aporta vitamina D. Los rayos solares aumentan la síntesis de vitamina D del cuerpo, el cual es importante para tener huesos fuertes y prevenir la osteoporosis.
Combate el insomnio. Al contrario de lo que se cree, la luz natural es un arma eficaz contra el insomnio, ya que regula el reloj biológico interno y los estadios de sueño y vigilia.
Mejora el ánimo. El sol aumenta los niveles de endorfinas y serotonina en el cerebro, hormonas que transmiten sensación de felicidad y buen humor.
Permite ahorrar. La luz natural ayuda a ahorrar en iluminación artificial (prender focos) y permite mantener una temperatura ambiental confortable.
Seca los ambientes. La iluminación natural favorece la buena ventilación y ayuda a secar cualquier pared, lavadero u objeto enmohecido.
Desinfecta la casa. La radiación solar tiene efectos antibacterianos y desinfectantes, ya que limpia de forma natural los ambientes.
Agranda los espacios. También ayuda a que los espacios parezcan más grandes, porque crea un efecto ‘amplificador’, en contraposición a las zonas de sombra.
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