La frase ‘El peruano es creativo’ le cae como anillo al dedo a Milton Anto Chiroque (38). Es que, tras verse afectado por la pandemia, cerró las tres cevicherías que tenía en la zona de Lima Sur y abrió una en la punta del cerro. No exageramos: en la punta del cerro del asentamiento humano 12 de Junio, en el distrito de Villa María del Triunfo, donde vive. Hasta ahí llegan sus clientes en mototaxi o auto impulsados por su exquisita sazón piurana. Esta es su historia.
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¿Es posible llegar aquí caminando?
No, solo se puede en carro o en moto. La mayoría sube en mototaxi que lo toma en la posta 12 de Junio. Caminando no se llega porque hay que subir trochas.
¿Cómo nace la idea de abrir tu cevichería ‘El Paisa D’ Chulucanas’ en la punta del cerro?
A los meses que empezó la pandemia cerré los locales que tenía porque pagaba alquiler fuerte, tenía personal y no entraba dinero. Me deprimí y me dio pena. No sabía qué hacer, pero mis clientes me motivaron a abrir este local en mi casa.
¿Tenías temor de que no vinieran?
Yo decía ‘quién va a subir hasta el cerro a comer’; sin embargo, me aventuré. Puse una sombrilla en el patio, armé una mesa con dos cajas de cervezas vacías y encima coloqué una tabla y dos bancas.
¿Y la gente se fue pasando la voz?
Avisé a unos amigos y el resto fue publicidad ‘boca a boca’. No pensé que sería tanta la acogida. Creo que vienen por mi sazón y porque el lugar, a pesar de ser humilde, es acogedor.
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Además tiene una gran vista...
De aquí se ve todo Villa María del Triunfo y hasta el mar de Chorrillos. Ni los restaurantes lujosos que están en la playa tienen este panorama. La gente me dice: ‘El ambiente es diferente’ y claro... están en el cerro (risas).
Otro punto a su favor…
Mis precios. Un plato de cebiche para tres personas cuesta 25 soles. Es rico y económico.
Ha sido todo un éxito y considera que fue una bendición
¿Cuánto ha crecido en un año?
Ya tenemos quince mesas y estamos pensando en instalar un mirador aquí para que mis clientes contemplen el atardecer.
¿Consideras que tomaste una buena decisión?
Abrir este restaurante ha sido una bendición y quizá debí hacerlo antes. Ya no estoy preocupado por tener que pagar alquiler.
¿Tú mismo haces las compras?
Sí, en mi moto me voy hasta el terminal pesquero, bajo a la 1 de la mañana y a las 2 ya estoy haciendo las compras.
¿Viniste a Lima muy joven?
Soy de Chulucanas, vine a los 16 años. Mi mamá ya estaba aquí, ella vendía cebiche en una carretilla y me enseñó todos sus secretos. Yo siento que con mi restaurante hay un pedacito de mi linda tierra Chulucanas en este cerro.
¿También preparas platos típicos de tu tierra?
Por supuesto que hay comida de allá, para mi linda gente del norte tenemos carne seca, arroz con pato, cabrito con frejoles y chicha de jora.
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