Acaba con la rivalidad entre hermanos.
7 trucos para evitar las peleas entre hermanos - 1

Qué madre no quisiera encontrar la fórmula mágica para que sus hijos dejen de pelear. Esto puede ser una realidad si sigues los consejos que te damos a continuación (nadie dirá que al menos no lo intestaste:

1. Trátalos como un equipo: En vez de tratarlos como rivales, hazlos sentirse parte de un equipo. El ser humano necesita sentirse parte de un grupo y qué mejor que la familia. Diles que son hermanos contra el mundo.

2. Reduce las situaciones que generen competencia: Piensa en cosas de la vida por las que siempre pelean y verás que, en su mayoría, serán situaciones en las que tienen que competir. Una vez que las identifiques, encontrarás la forma para que no rivalicen.

3. No te muestres a favor de ninguno: Ni les establezcas roles como “el más pequeño y débil” o “el más grande que puede solo y tiene que dar el ejemplo”. Solo pídeles que sean gentiles y se cuiden uno al otro.

4. Pasa tiempo a solas con cada uno: Darles tiempo exclusivo les hará ver que cada uno, por separado, son importantes para ti.

5. Enséñales que se necesitan dos para pelear: Explícales que si alguno está enojado y el otro no, no tienen por qué pelearse, si no, esperar a que se le pase al otro.

6. Hazlos actuar y prémialos: Diles que hagan de “mamá” y tú actúa como “hijo”. A ver si adivinan lo que mamá diría y qué es lo que deberían en su papel de hijos.

7. Explícales lo que es importante: Al margen de las peleas y diferencias, diles que lo más importante es el hecho de que son y serán hermanos el resto de sus vidas y que por tanto deben estar listos para quererse y ayudarse siempre.

Fuente: www.imujer.com

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1. Trátalos como un equipo: En vez de tratarlos como rivales, hazlos sentirse parte de un equipo. El ser humano necesita sentirse parte de un grupo y qué mejor que la familia. Diles que son hermanos contra el mundo.

2. Reduce las situaciones que generen competencia: Piensa en cosas de la vida por las que siempre pelean y verás que, en su mayoría, serán situaciones en las que tienen que competir. Una vez que las identifiques, encontrarás la forma para que no rivalicen.

3. No te muestres a favor de ninguno: Ni les establezcas roles como “el más pequeño y débil” o “el más grande que puede solo y tiene que dar el ejemplo”. Solo pídeles que sean gentiles y se cuiden uno al otro.

4. Pasa tiempo a solas con cada uno: Darles tiempo exclusivo les hará ver que cada uno, por separado, son importantes para ti.

5. Enséñales que se necesitan dos para pelear: Explícales que si alguno está enojado y el otro no, no tienen por qué pelearse, si no, esperar a que se le pase al otro.

6. Hazlos actuar y prémialos: Diles que hagan de “mamá” y tú actúa como “hijo”. A ver si adivinan lo que mamá diría y qué es lo que deberían en su papel de hijos.

7. Explícales lo que es importante: Al margen de las peleas y diferencias, diles que lo más importante es el hecho de que son y serán hermanos el resto de sus vidas y que por tanto deben estar listos para quererse y ayudarse siempre.

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